La fluidez del tráfico y la duración de las obras, principales pegas a la remodelación de la avenida de Cervantes

Realizar obras en un espacio urbano es complicado. Si además se trata de un entorno protegido la complicación se incrementa, y si estas se ejecutan en un vial que es la principal arteria de acceso al casco antiguo y con un importante flujo comercial, la actuación puede verse rodeada de controversia, como ocurre con la avenida de Cervantes de Viveiro.

Vecinos y comerciantes acudieron a la reunión con la alcaldesa, María Loureiro, y los técnicos, para conocer el proyecto que se va a ejecutar con cargo a la Diputación (casi medio millón de euros), y que tiene por delante cuatro meses en el que la actividad diaria y comercial se verá trastocada. Loureiro recordó que es una actuación «esencial» para evitar que se hunda el vial y que está «muy estudiada».

Comerciantes y residentes dejaron patente que les preocupa la duración de las obras, con la vista puesta en la campaña de Navidad; la seguridad de los peatones porque el proyecto deja a la misma cota todo el firme aunque el pavimento diferente marcará la zona de tráfico y la peatonal. Preocupa la fluidez del tráfico durante las obras, pero sobre todo, unos y otros se oponen al sentido único de circulación, de subida a la Pontelabrada, una vez remodelada. Consideran que provocará colapsos de tráfico en la calle Nicolás Cora Montenegro, dificultando la salida de vecinos desde zonas como Campo de Urraca o Jesús Noya, que deberían dar la vuelta entera al casco para poder ir a Celeiro, al igual que los autobuses que suben a San Roque; o la dificultad para salir con rapidez de las ambulancias, o el caos que podría generar el camión de la basura. Los técnicos consideran que el principal tapón se produce en A Pescadería, zona prioritaria además para empezar y acabar las obras.

Loureiro accedió a dejar de lado de momento el cambio en la circulación tras la remodelación. El arquitecto Santiago Meitín aseguró que el proyecto permite mantener el doble sentido, retirando ligeramente los árboles y el mobiliario urbano previsto.

Durante la obra, dijo Loureiro, «si es posible» no se cerrará toda la calle y se habilitará un carril, sin perder de vista que es una zona histórica y sobre todo, que bajo el vial discurre canalizado bajo una gran bóveda «de la que hay muy poca información» el río Pontelabrada.

remodelación de la avenida de cervantes el concello de viveiro recogió las opiniones de vecinos y comerciantes

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