
Basilio Otero, titular de la federación de pósitos, dimite tras ocho años en el cargo
25 ene 2019 . Actualizado a las 16:13 h.Diez años después de su constitución como Grupo de Acción Costeira A Mariña-Ortegal, esa asociación sin ánimo de lucro, que ahora se llama Grupo de Acción Local do Sector Pesqueiro (GALP) A Mariña-Ortegal, acaba de perder quien la presidió durante los últimos ocho años. Basilio Otero, presidente de la Federación de Confrarías de Lugo y patrón mayor de Burela, dimite como titular de una entidad a la que le encomendaron la gestión de casi once millones de euros de fondos públicos.
Con la marcha de Basilio Otero, las cofradías mariñanas renuncian a continuar al frente de una organización creada con el objetivo de contribuir a mejorar la calidad de vida de las poblaciones marineras. Al recién dimitido le precedió en la presidencia otro patrón mayor mariñano, el celeirense Domingo Rey.
Antes de ser elegido presidente y durante el ejercicio de ese cargo, Basilio Otero ha sido un firme defensor del GALP por su contribución a la dinamización social y económica en su ámbito de actuación, ocho municipios mariñanos y cinco orteganos. Durante la primera etapa, entre el 2008 y el 2014, inyectó dos millones de euros en las dos comarcas, y para la segunda, que concluirá el próximo año, le han asignado 5,71 millones.
Más atención a la pesca
Fuentes del sector pesquero mariñano apuntan que a la renuncia del presidente de las cofradías mariñanas podrían seguirle otras, también de esas entidades marineras. Además de que muchos de sus representantes llevan tiempo desligados de las actividades del GALP, algunos pósitos incluso valoran abandonarlo.
La razón la apuntó cuatro años atrás José Manuel Balseiro, entonces portavoz de Mar del PP en el Parlamento gallego y ahora delegado de la Xunta en la provincia, quien proponía al Gobierno gallego introducir mejoras para que las subvenciones que distribuye el GALP financien «dun xeito preferente» proyectos «promovidos e dirixidos» a los profesionales del mar. «Nas confrarías non se está de acordo coa forma de funcionar do GALP porque as axudas non van directamente ao sector», apuntan dirigentes de la pesca mariñana, pidiendo que no se hagan públicas sus identidades.
La distribución de las subvenciones que gestiona el GALP, como entidad colaboradora de la Consellería do Mar, se rige por directrices comunitarias. De la Unión Europea proceden el 85% de sus fondos, pero el destino lo define la estrategia de desarrollo diseñada y aprobada por el grupo. Productivos o no productivos, de empresas o de colectivos ciudadanos, los proyectos que cofinancia los aprueba Mar.
Siete de cada diez euros del año pasado, para hoteles en Ribadeo
De Ribadeo a Valdoviño, por la costa, se extiende el ámbito territorial de Acción Local do Sector Pesqueiro A Mariña-Ortegal, cuya gerente es Mar López-Leitón. Para su actual etapa, que rematará el próximo año, marcó sus líneas de actuación. Cofinancia proyectos productivos con hasta el 60 % de la inversión y no productivos, que puede costear íntegramente. Beneficiarios potenciales de las subvenciones son las empresas y colectivos asentados en las dos comarcas. Ateniéndose a normas que son públicas, sus propuestas las valora la directiva del GALP y la Consellería do Mar ratifica la concesión de las ayudas. Auditorías externas y el control de Mar verifican su actividad.
Desde el 2014 hasta el próximo año, esa asociación sin ánimo de lucro se ha propuesto contribuir al desarrollo de la pesca apoyando industrias de transformación y de aprovechamiento de los recursos, modernizando las redes de comercialización, promocionando los productos del mar y mejorando rentas y condiciones de vida del sector. Otra de las líneas maestras se centra, «con especial incidencia, no sector do turismo» ligado al mar, con idea de diversificar la economía y crear empleo.
Con el 85 % de fondos europeos y el 15 % autonómicos, el GALP distribuyó el año pasado 1,2 millones en subvenciones en A Mariña, de los cuales siete de cada diez euros fueron para hoteles en Ribadeo. Durante el 2016 inyectó 0,87 millones para cofinanciar proyectos privados y públicos: un tercio se destinó al sector turístico, idéntico porcentaje se dedicó a comercialización del productos del mar y el 24 % a otros negocios.