Madrás se despedirá esta semana de sus clientes después de 36 años funcionando
26 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.En el Viveiro de finales de los setenta y principios de los ochenta, las tiendas de ropa montaban los escaparates «tipo mesa ou pesebre». En aquel contexto, la apertura de Jonathans (moda de mujer) en 1980 y de Madrás (moda de hombre) en 1986 supuso una revolución de modernidad. Al frente de estos negocios estaba el matrimonio formado por Adela Mariño y Juan López. Ella traspasó su comercio hace unos meses, y él cerrará el suyo esta semana. «Fomos pioneiros en todo», afirma con una mezcla de humildad y sinceridad el empresario, que recuerda viajes a Barcelona, Madrid, París o Colonia (Alemania) para comprar prendas exclusivas en las que la relación calidad-precio era buena. «Recordo un pantalón de Cimarrón que tiña unha cremalleira na parte baixa da perna. Levouno media Mariña...», sonríe, y precisa que ambos comercios vivieron «anos espectaculares en vendas». Jonathans, por ejemplo, compraba en tiempos a una única firma más de 300 unidades de un vaquero que ya entonces superaba las 10.000 pesetas. «E eu cheguei a ter 22 proveedores, que é unha brutalidade. Imaxina o volume de vendas. Sempre tivemos moita variade e a xente sempre respondeu moi ben. Tanto a da Mariña como das cidades, turistas de Madrid, de Barcelona...», reconoce Juan, quien subraya que no todo fueron beneficios puesto que Hacienda siempre se llevó gran parte (hoy, el 26,2% solo en IVA). Los centros comerciales y, sobre todo, Internet han dado un giro al comercio local.
Juan López Castro: «Sempre tiven inquietude polo estilismo, influíame o que viña doutros países, como os Beatles e os Rolling»
Juan López Castro nació en Vieiro, Viveiro, hace 66 años, y reconoce que desde niño le atrajo el mundo de la moda. «Sempre tiven unha inquietude polo estilismo. Atraíame a roupa que viña doutros países. Meu irmán era emigrante en Suíza, en Xenebra, e recordo as camisas estampadas e cousas chulísimas que me traía. Tamén me influíu o estilismo de bandas como os Beatles, os Rolling, Credence...», relata el propietario de Madrás, que lleva cerca de cinco décadas formando un tándem perfecto con Adela Mariño. «A ela tamén lle gustaba a moda. Era creativa, facía deseños para ela con modistas... Casamos no 1977. Eu levaba un traxe de cor celeste cunha corbata enorme naranxa, tipo holandesa, e pantalón de campana», evoca con ilusión sobre una época en la que casi todo era negro o blanco. Adela fue la primera en animarse a abrir un comercio: Jonathans, que primero funcionó en la calle Alfredo Dóriga, antes de pasar a la Pastor Díaz. Durante unos años, Juan ayudaba a Adela y trabajaba en una auxiliar de Alcoa, hasta que mediados los ochenta, se animó a abrir Madrás. De estos 36 años se muestra muy agradecido con los clientes. «Tanto cos fieis coma cos que compraron de forma esporádica», destaca. También con las dependientas que ha tenido, como Mariluz y Fina. «Elas e a súa actitude foron parte imprescindible do éxito», reconoce, y señala que, a partir de ahora, ya jubilado, dedicará más tiempo a practicar deporte, a caminar y a tomar café con los amigos. «A mafia do café», bromea.