Stellantis retira la confianza en Carlos Tavares y fuerza su dimisión inmediata
ECONOMÍA
La situación financiera del fabricante de coches ha precipitado su salida
01 dic 2024 . Actualizado a las 03:29 h.Carlos Tavares, director ejecutivo del grupo Stellantis, se marcha antes de que termine su mandato, en enero del 2026, cuando tenía previsto jubilarse. Presionado por su consejo de administración, el director general de Stellantis presentó su dimisión, que se hizo oficial a última hora de ayer. El consejo de administración del constructor de coches, bajo la presidencia de John Elkann, aceptó la renuncia de Tavares con efecto inmediato, y el propio Elkann, heredero de Agnelli, asumirá el cargo de forma provisional.
El proceso para nombrar al nuevo director general permanente está ya en marcha, será gestionado por un comité especial y concluirá en el primer semestre del 2025, según confirmó la multinacional. La misión será ardua, dada la extensa organización de Stellantis, 14 marcas (Peugeot, Citroën, Opel, Fiat, Jeep) y culturas industriales tan dispares como las de franceses, italianos y americanos.
«Nuestro agradecimiento a Carlos por sus años de servicio dedicado y el papel que ha desempeñado en la creación de Stellantis, además de los cambios anteriores de PSA y Opel, que nos encaminaron hacia convertirnos en un líder global en nuestra industria», afirmó Elkann en el comunicado. «Espero trabajar con nuestro nuevo comité ejecutivo interino, apoyado por todos nuestros colegas de Stellantis, mientras completamos el proceso de nombramiento de nuestro nuevo CEO. Juntos aseguraremos el despliegue continuo de la estrategia de la compañía en beneficio de los intereses a largo plazo de Stellantis y de todas sus partes interesadas», añadió.
La precipitada salida de Tavares no se debe a un mayor deterioro de los resultados, según avanzan los analistas del sector, ya que el propio grupo ha confirmado la mejoría de las perspectivas financieras avanzadas el pasado mes de octubre, tras la fuerte caída de beneficios de los seis primeros meses. Según estas fuentes, el directivo portugués fue expulsado por el impacto de sus métodos de gestión, contrarios a los criterios del consejo.
Los acontecimientos confirman que en el convulso mundo del automóvil nadie es imprescindible, ni siquiera Tavares, que en apenas diez años fue capaz de sacar a la antigua PSA Peugeot Citroën de pérdidas (-5.000 millones en el 2014) y convertirla en una multinacional con un beneficio récord de 18.625 millones de euros en el 2023. Ha bastado un primer semestre malo, con un desplome de las ganancias (del 48 % al cierre de julio) vinculado a la crisis del coche eléctrico, su gran apuesta, para anticipar su marcha.
Incertidumbre en Vigo
Recientemente, el grupo, que cuenta en Vigo con la fábrica más productiva de Europa, anunció que reduciría a la mitad su previsión inicial de margen operativo para el año, debido a graves problemas en Estados Unidos, el otro frente abierto de Tavares, por su discutida política de ajustes de capacidad de producción y despidos. Las cosas con China tampoco han ido como esperaba el portugués, que ante la imposibilidad de vencerlo optó por la solución de unirse al enemigo, con una alianza con Leapmotor para fabricar coches eléctricos económicos. Las tasas arancelarias impuestas en Europa para frenar las ventas de la competencia china han llevado a Leapmotor a replantearse esta estrategia.
La marcha de Tavares se produce solo cinco días después de haberse reunido por primera vez con el presidente español, Pedro Sánchez. El grupo ha obtenido 230 millones de euros en ayudas a la inversión en las fábricas de Vigo y Zaragoza, necesaria para garantizar su futuro. La dimisión del ejecutivo abre paso de nuevo a la incertidumbre.