Viveiro otorga su Medalla de Oro a la Cofradía de Celeiro, su «pulmón» y «orgullo»

VIVEIRO

El centenario pósito recibió la distinción este sábado en un emotivo acto público

16 dic 2023 . Actualizado a las 19:03 h.

«Pulmón socioeconómico» y «orgullo de Viveiro», la Cofradía de Pescadores Santiago Apóstol de Celeiro cuenta desde este sábado con la Medalla de Ouro da Moi Noble e Moi Leal Cidade de Viveiro. En un emotivo acto público celebrado en el teatro Pastor Díaz, el Concello entregó la distinción a la directiva del pósito, que cumple este año su centenario. Un siglo en el que varias generaciones de celeirenses entregaron su esfuerzo, y en algunas ocasiones sus vidas, para traer pescado a tierra, y en el que el sector pesquero local fue impulsor de iniciativas que redundaron en el progreso del municipio.

Presidieron el encuentro, al que asistieron los integrantes de la corporación viveirense -el Pleno acordó por unanimidad en octubre este reconocimiento- y numerosos representantes públicos, la alcaldesa de Viveiro, María Loureiro; el conselleiro do Mar, Alfonso Villares; y la subdelegada del Gobierno en Lugo, Isabel Rodríguez. El edil de Mar, el celeirense Suso Fernández, condujo el acto, en el que el patrón mayor, Domingo Rey, y el secretario del pósito, Máximo Díaz, representaron al sector pesquero celeirense. 

La secretaria municipal, Luz Balsa, leyó el acuerdo del Pleno que reconoce a la Cofradía de Celeiro por su contribución al municipio.

«Estou segura de que o pobo aplaude este recoñecemento á confraría, cunha historia digna desta distinción. Sodes un exemplo», señaló Rodríguez en su intervención.

Villares, por su parte, destacó la «valentía» del sector pesquero y a Celeiro como «referente» en la pesca gallega y cantábrica, «antes e agora». El dirigente del Ejecutivo autonómico animó al pósito a continuar con su labor, «porque en vós está non só un pasado glorioso que hai que lembrar e conmemorar, senón o futuro do mar, que debe seguir sendo esplendoroso».

Loureiro subrayó que la pesca es «sinónimo e sinal de identidade» del municipio de Viveiro, y quiso recordar «ás persoas que saíron e saen ao mar cada día», y también «ás que quedaron e quedan na casa esperando a que regresen, xa que os veciños desde concello sabemos mellor que ninguén as satisfaccións que proporciona esta profesión pero tamén as preocupacións que conleva». La regidora ensalzó además «a resiliencia da confraría, o seu papel relevante a nivel económico e a súa implicación social e cultural».

«Que esta Medalla de Ouro inspire a xeracións vindeiras a seguir o legado de aqueles que, con mans curtidas de salitre, labraron o camiño cara un futuro máis prospero e armonioso». Ese fue el deseo expresado, en nombre de la cofradía, por Díaz.

La cofradía pasó ayer a engrosar una nómina, la de los distinguidos con la Medalla de Ouro de Viveiro, que cuenta con Ramón Blanco Suárez; Antonio Prados Ledesma, a título póstumo; Luis Tobío Fernández; Francisco Leal Insua; El Heraldo de Viveiro; la congregación Hermanitas de los Ancianos Desamparados (residencia Betania); y Mari Carmen López Gómez, «Chipe».

En su intervención, Díaz repasó los cien años de la cofradía, ejemplo de «resiliencia», deteniéndose en la figura de los patrones mayores Bonifacio Cora, Antonio Trobo, Vicente Gradaílle y Jesús Basanta. También abordó el aspecto social y asistencial, las obras y los equipamientos conseguidos y la formación ofrecida por la entidad. «Viveiro atopou no mar non só o seu sustento, senón tamén a súa identidade», resumió Díaz, que recordó a «todos aqueles que dedicaron as súas vidas á nobre tarefa de pescar», y que construyeron «un século de dinamismo pesqueiro».