Agradecen que el convenio incluya sus reivindicaciones, pero solicitan ayudas para rehabilitaciones y que se hagan limpiezas del río cada año
20 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Seis años después de la riada que asoló la zona y que se cobró la vida de una mujer, la asociación de vecinos Valdeflores de Xunqueira, en Viveiro, ofreció este martes una rueda de prensa para valorar la situación del barrio. Tres son los mensajes principales que trasladó la agrupación vecinal: agradecer a las Administraciones que firmasen el convenio para financiar una reforma con la que ampliar la capacidad hidráulica del río Fontecova y evitar así inundaciones, pero también reclamar que las obras comiencen cuanto antes; exigir la limpieza del cauce fluvial, tanto en su trecho alto como en el urbano; y solicitar ayudas para rehabilitar viviendas.
Alfonso Otero Regal, uno de los representantes de la asociación congregados ayer, aseguró que los vecinos agradecen a Xunta, Diputación y Concello de Viveiro que «se asinase o convenio pese a todas as dificultades». La agrupación reivindicó su papel en las largas negociaciones, con un intenso tira y afloja —«quixeron tirar a ponte do século XVII que é de orixe medieval, un acceso á cidade desde o interior», recordó— para concretar un proyecto de reforma que finalmente recoge «todo o que pedimos».
Entre las actuaciones previstas por casi un millón de euros —600.000 euros aportados por la Xunta, 192.000 euros a cargo de la Diputación y otros tantos por cuenta del Concello— se incluyen el aumento de la capacidad hidráulica del río en un tramo de 300 metros, con la ampliación del lecho y nuevos muros de contención; la renovación y la ampliación del puente existente más arriba de la carretera LU-540; la creación de una obra de drenaje pegada al puente medieval en Camiño da Fonte; la instalación de una zona verde al final de la calle en la que se instalará el manantial público; y el traslado del actual lavadero a más abajo del curso del Fontecova.
No obstante, los vecinos reclaman celeridad en la ejecución de las actuaciones, que temen —en función de lo expuesto por las Administraciones— no empiecen hasta el año 2026, ejercicio límite para dar efectividad al acuerdo, teniendo en cuenta que el plazo para acabar las obras es de ocho meses desde su inicio.
«O acceso á parte de arriba do barrio está en ruína. Hai unha casa enriba do río que está a punto de caer. Eu estou sen cimentación en parte do edificio. Queremos que as obras empecen canto antes. Existe unha urxencia claramente e se o proceso se vai dilatar ata o 2026 non estamos de acordo e terannos en fronte», expuso Otero Regal.
Por otro lado, los vecinos reclaman que mientras no se ejecuta la reforma se acometan limpiezas periódicas de las zonas baja y alta del río, porque de no hacerlo, aseguran, «de chover moito pode pasar outra vez o mesmo» que en el 2018.
La asociación recordó que la entonces conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, dijo tras la riada que «choivas que só poden pasar unha vez en 500 anos» ocasionaron la catástrofe. «Os técnicos da Xunta dicíannos en voz baixa que se formaran tres presas, unha delas de catorce por seis metros. Como se volvan xerar bolsas de auga estamos igual», alegó Otero Regal. Convencida de que la seguridad en el barrio ante posibles inundaciones pasa por la limpieza del cauce «cada ano», la asociación apunta que en la zona urbana —donde podría intervenir el Concello— «están nacendo as árbores no medio do río», y señala que en la parte alta —competencia del Gobierno gallego— la situación es similar. «E non serve ter limpa unha zona se non o está a outra», subraya.
La tercera reclamación de la agrupación Valdeflores es que las instituciones destinen ayudas a la rehabilitación de viviendas en un barrio que «é moi fermoso e que protagonizou obras de artistas pero que está a converterse nun habitáculo de xente maior». En este sentido, la asociación muestra su sorpresa porque semanas atrás tuvo la confirmación por parte del Concello de que el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (PEPRI) de Xunqueira, anterior al del centro de Viveiro, «xa non está en vigor posto que foi derrogado, e levamos 18 anos sen el (...). Fan falta axudas económicas e tamén administrativas, porque Augas de Galicia está tardando tres anos en dar licenzas para unha obra», lamentan los vecinos.