Los versos del dúo radiofónico provocaron carcajadas entre los asistentes al inicio de la fiesta Los pregoneros alabaron el marisco y pidieron al alcalde que ponga un altar al percebe
07 oct 2006 . Actualizado a las 07:00 h.?Hay buen marisco a la venta, y buen ambiente a raudales, todo a precios populares, ¿cómo no os habéis dao cuenta?». Así invitaba el dúo Gomaespuma a visitar la Festa do Marisco de O Grove. Juan Luis Cano y Guillermo Fesser fueron los encargados de poner ayer el inicio oficial a la fiesta y lo hicieron con la carpa de degustación abarrotada de gente. Los locutores lograron que el público se olvidase por un momento de los manjares que tenían delante y se rindiese ante su humor y su buen hacer. Primero despertaron sonrisas, después carcajadas, y al final, intensos aplausos. Fesser y Cano dieron vivas al marisco, al mar que lo produce y no olvidaron a quienes lo pescan. Y recomendaron al alcalde, Miguel Ángel Pérez, que «ponga un altar al percebe». Elogiaron el percebe, pero también el centollo, un marisco que les gusta tanto «que por venir hoy a O Grove, hemos renunciado a un chollo». Pero no sólo por el marisco vale la pena O Grove. Gomaespuma alabó también el monte Siradella, A Toxa y, por supuesto, A Lanzada, una playa en la que «hay que echarle dos pelotas, que el agua cuando te metes corta la respiración, no son muchos los valientes que se dan un chapuzón». Metidos en el papel, incluso se permitieron soltar algún «¡carallo!» y finalizaron dando permiso a los «ogroveiros» para romper filas y disfrutar del marisco. O casi finalizaron, porque Juan Luis Cano sorprendió a todos cuando se arrancó con un cante flamenco. Después de la actuación, con bis incluido, los dos pregoneros recibieron, de manos del alcalde de O Grove, el centollo de oro que los convierte en embajadores del marisco grovense. El pregón gustó y mucho, pero una vez finalizado el público se lanzó a las raciones de marisco, que ya rondaban las dos de la tarde y el gusanillo comenzaba a molestar en el estómago. A esa hora, la afluencia en las carpas era el preludio de un fin de semana que puede resultar espectacular para las cifras de asistencia a la fiesta más internacional de O Grove.