David y Sergio empataron a goleadas

Susana Luaña Louzao
Susana Luaña VILAGARCÍA/LA VOZ.

AROUSA

No solo se llenó A Xunqueira para bailar pegados, también los que corearon «Que la detengan» con Civera confirmaron el triunfo como visionario de Castro Ratón

19 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

A las once de la noche del martes no había ni una cacerola en la plaza de Galicia, pese a la convocatoria hecha por las redes sociales en protesta por la programación de los conciertos de San Roque. En la plaza de Galicia no había un alma porque estaban todos en A Xunquiera, esperando a que saliera al escenario David Civera, que lo hizo con puntualidad y tan entregado como lo hizo la víspera Sergio Dalma y como estaba el público que lo esperaba. Había desde bebés con chupete hasta abuelos, incluso algún adolescente con flequillo que seguía resignado a una joven con la que parecía tener planes de futuro.

Civera recuperó la adolescencia en Vilagarcía. Para empezar, apareció con un look a lo Jonas Brothers, con el pelo engominado y una camiseta debajo de la americana. Pero fue él mismo el que lo confirmó cuando alguien del público le regaló un peluche. Dijo que no le pasaba desde sus primeros años en el escenario. Tras algunas canciones de su nuevo disco se vistió más formal para entonar el Que la detengan y hacer bailar a los miles de personas que habían acudido con esa intención.

El lleno de Civera, un día después de que Sergio Dalma abarrotase A Xunqueira, parece dar la razón al edil de Cultura, que apostó contra corriente por un cartel que parece llevarse al público de calle. Castro Ratón no disimulaba ayer su satisfacción, especialmente por el éxito del lunes, ya que el concierto de Sergio Dalma coincidió con la Festa da Auga y la gente estaba cansada. Insistió en que los dos iban dirigidos a un público muy variado, mientras que los venideros están pensados para un auditorio más segmentado.