Cambados, cuatro días para ponerlo todo patas arriba a orillas de la ría

Serxio González Souto
Serxio González CAMBADOS / LA VOZ

AROUSA

El entroido ofrece una magnífica oportunidad para tantear qué se cuece en Arousa y zamparse, además, una lamprea

08 feb 2013 . Actualizado a las 16:18 h.

El entroido constituye, ante todo, una fiesta de la comunidad, que adquiere sentido por la inversión de roles de puertas adentro, en el seno de un grupo determinado. Por eso, al aterrizar en Laza hay quien no entiende que los peliqueiros no le arreen como es debido y prefieran meterse con sus convecinos. O que las pantallas en Xinzo rodeen a alguien que conocen para que pague la ronda, dejando más o menos en paz al alleo, acertada denominación acuñada en una noche de juerga, hace ya bastantes años, para referirse a los muchos visitantes que recibe el triángulo ourensano. En Arousa no pervive ninguna figura ancestral. Los cigarrones hay que buscarlos en el estanco o en la batea. Sin embargo, su animado carnaval, de corte urbano, ofrece, precisamente por ello, una magnífica oportunidad de inmersión anónima en la farra. No se necesita pedigrí, tan solo ganas de pasarlo bien y de dejarse llevar. Mejor con algo con lo que disfrazarse, aunque sea de choqueiro con el mono de algún taller.

El calendario carnavalesco tiene a orillas de la ría muchos pies. Así que en cuatro días es posible hacerse una idea bastante cabal de lo que se cuece por estos pagos. El sábado por la noche es de O Grove, cuyo desfile acostumbra a dar mucho juego. Este año, unas rigurosas bases, que exigen que las comparsas no hayan incurrido en falta alguna durante las dos ediciones anteriores, alimentan una notable polémica. Tampoco está mal la madrugada de Cambados. Sobre todo porque las carrozas salen a pasear al día siguiente. En Vilagarcía hay ambientillo, aunque su momento llega el martes. No obstante, quien desee emociones poderosas debe encaminarse el lunes hacia A Illa y olvidarse de dormir.

Un punto a favor añadido: todo esto coincide con la temporada de la lamprea. El Olivo (Pontecesures), Casa José (Valga), Casa Emilio (Catoira), Altamira (Vilagarcía) y Pandemonium (Cambados) son apuestas seguras.