Por primera vez en ocho años el saldo vegetativo ha sido negativo
16 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.O Salnés siempre fue una de las comarcas más jóvenes y pujantes de Galicia, pero ese poderío demográfico parece irse perdiendo a medida que la economía se va también estancando. Los últimos datos estadísticos acerca del crecimiento vegetativo, referidos a finales del 2011, dan testimonio de una perspectiva desoladora para el futuro del sur de la ría de Arousa, pues por primera vez en ocho años el número de personas que fallecieron fue superior al de las que nacieron. Si a esto sumamos que la llegada de vecinos de otros lugares también se ha frenado, el resultado es que la población ha entrado en retroceso y que, además, si la tendencia no se invierte, será cada vez más envejecida y estará incluso comprometido el reemplazo generacional.
Las cifras, además, no son en absoluto moderadas. De ocho años de saldo positivo se ha pasado, repentinamente, a una situación en la que el número de fallecimientos (1.073) ha superado en 120 al de nacimientos (953), unos dígitos que expresan todo su valor si tenemos en cuenta otros datos negativos, como el del 2000, cuando la diferencia entre óbitos y partos fue de cuatro a favor de los primeros, o en el 2003, cuando fue de veinte.
La situación es, además, generalizada a lo largo de todo el territorio de O Salnés. Solo dos de sus municipios escapan a las malas cifras. Uno de ellos es Vilagarcía, donde en el 2011 nacieron diez personas más de las que perecieron. El otro es Cambados, que presenta también un balance positivo, aunque la diferencia aquí es de solo tres nacimientos más que muertes.
En todos los demás, la resta favorece a los fallecimientos sobre las nuevas vidas. El caso más sangrante es el de Vilanova, donde hubo 45 defunciones más que nacimientos. En O Grove fueron 26; en Meis, 22; en Meaño, 15; en Sanxenxo, 13; en A Illa, once, y en Ribadumia, uno.