Xosé Manuel Beiras llevará a la fiscalía el cerco policial a las trabajadoras de Conservas Cuca

Rosa Estévez
Rosa Estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

AGE considera que se han vulnerado los derechos de operarias y vecinos

14 abr 2013 . Actualizado a las 06:56 h.

Una treintena de antidisturbios, inhibidores de frecuencia para inutilizar teléfonos móviles, un puñado de trabajadoras obligadas a permanecer en la caseta de obra desde la que vigilan Cuca, la fábrica de su vida, y algún que otro vecino obligado por el pequeño ejército policial a no moverse de su casa. Todos esos elementos dramáticos confluyeron el jueves, a la una de la madrugada, en Vilaxoán, configurando un «estado de excepción» que a Xosé Manuel Beiras, el veterano portavoz de AGE, le recordó a los tiempos del fascismo.

Lo ocurrido aquella madrugada es «absolutamente grave», ya que «o poder político usou ás forzas ao seu servizo», los cuerpos de seguridad del Estado, «para protexer ao empreario que quere saquear a fábrica». Una operación que se realizó «violando os dereitos fundamentais» de unas mujeres cuyo único delito sería el de luchar contra el «saqueo» de una empresa emblemática de Vilaxoán.

Ante la gravedad de los hechos, explicó ayer Beiras, AGE presentará una denuncia ante la Fiscalía del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia para que investiguen todo lo acontecido a las puertas de Cuca. Habida cuenta de que los representantes sindicales de las trabajadoras tienen los mismos planes, la actuación será «coordinada» para aumentar su efectividad. El grupo que lidera, por otra parte, no descarta pedir explicaciones a la subdelegación del Gobierno por el despliegue policial, desmesurado y nocturno. Aunque desde Pontevedra, Antonio Coello ya ha calificado lo ocurrido como un «operativo normal».