La asociación de hosteleros de O Grove ha decidido trasladar, al próximo Consello Sectorial de Turismo, el malestar que existe entre el colectivo por la instalación de una carpa en la que se podrá comer sentado en la próxima Festa do Marisco. Según la presidenta de la entidad, Beatriz Castro, hay quien considera que estos supone una competencia para sus negocios.
El equipo de gobierno apostó este año por crear un nuevo servicio en la fiesta: una carpa en la que los grupos podrían reservar y comer sentados. Pero la iniciativa no parece ser del agrado de los hosteleros. Esta misma semana, la asociación mantuvo una reunión y acordó trasladar su malestar al próximo consello de Turismo. «No están de acuerdo porque consideran que es una medida que les afecta porque les hace la competencia», explica la presidenta del colectivo meco.
Otra de las quejas que presentan los hosteleros se refiere a los precios que tendrán los menús que se servirán en ese nuevo espacio. El más barato es de 18 euros por persona, un precio muy competitivo para los establecimientos del municipio grovense.
Castro reconoce que lo único que puede hacer la asociación es trasladar su malestar, pues carece de competencias para impedir que esta iniciativa se ponga en marcha. Y es que la organización de la fiesta, argumenta, es cosa del Concello, que ha sido el promotor de este nuevo servicio. También destaca que estarán muy pendientes de cómo funciona este nuevo sistema, para comprobar el impacto que puede tener en el sector hostelero y ver en qué medida les afecta.