Javi y Raúl, los dos integrantes de Kawasaki que se encargarán de manejar el hospitality, cuentan que dentro de este remolque tendrán su puesto de trabajo «un cocinero y dos auxiliares». Ese será el personal encargado de dar vida al recinto, igual que a ellos les corresponderá asegurarse de que todo esté a punto cuando el equipo desembarque en cada circuito. En este caso, a aquellas pistas en las que se correrá el Mundial de Superbikes en el que Kawasaki quiere repetir el éxito del año pasado: alzarse con la victoria final.
Tener a todo un campeón del mundo en su cartera de clientes genera una gran satisfacción a los responsables de ODL. Raúl, el coordinador general de la empresa, explicaba ayer cómo entraron en contacto con Kawasaki. O, más bien, cómo Kawasaki llamó a su puerta. «Vieron el trabajo que habíamos hecho para Thyssen y nos llamaron», explicaba ayer. El camión que habían fabricado para la empresa de ascensores es similar al del equipo de motociclismo, pero «pensado para impartir cursos, no para recepciones y eventos».
Los responsables de ODL confían en que el efecto contagio vuelva a funcionar. Y en que, cuando vean el hospitality de Kawasaki, tan vistoso como fácil de montar, el resto de equipos quieran hacerse con un vehículo igual. «Otros tienen recintos muy preparados, pero que les lleva días montar». Como el modelo que ayer salió a la carretera no hay otro. Sí «los hay parecidos, con una planta que se despliega y una superior. Pero con la planta alta que se despliegue y que esté construida con cristales, no hay nada en el mercado».