La Xunta permite cerrar media hora más tarde en fechas puntuales
18 jun 2014 . Actualizado a las 06:59 h.El celo con el que Ravella está aplicando el horario de cierre de los establecimientos hosteleros y las multas que ya están llegando a algunos de sus responsables por incumplirlos está obligando al sector a extremar las precauciones. Y así, aunque la Xunta ya permite en festivos y vísperas de festivos cerrar media hora más tarde, varios establecimientos han preferido contar con ese permiso por escrito y curarse en salud ante las inspecciones que lleva a cabo la Policía Local. La administración autonómica pide un informe a la local sobre la solicitud del hostelero, y en estos momentos, en el Concello de Vilagarcía se están estudiando dos, aunque podría haber más, porque la petición se hace llegar directamente a Santiago.
Esa moratoria en la normativa, con todo, no deja las puertas abiertas para cualquier tipo de desmán. Es decir, si la Policía Local encuentra un local abierto a las seis de la mañana, está claro que está incumpliendo, porque ese horario solo está permitido para los controvertidos tablaos flamencos que hace unos años aparecían como setas; como se demostró, en la mayoría de los casos para sortear el horario legal de cierre.
Los meses más conflictivos
Todo ello está relacionado con la llegada del verano, las fiestas y los turistas, que es cuando los hosteleros sacan mayor rendimiento a sus negocios, de ahí su intención de estirar al máximo el horario de apertura. Antes se hacía sin más, porque también las administraciones locales hacían más la vista gorda; pero ahora, algunos establecimientos que han recibido la inspección policial quieren evitar que se les tramite una denuncia dentro de esa media hora que podría dar lugar a malentendidos.
La imposición de multas por incumplimiento de horario es uno de los caballos de batalla que los hosteleros mantienen con el Concello, aunque también hay que precisar que, en ese incremento de las inspecciones, la administración local no hace sino tener en cuenta las denuncias que llegan de los vecinos, ya no tanto porque los locales están abiertos de madrugada, sino porque el ruido no les permite dormir. Es por esa cuestión que Ravella se vio obligada a finales del año pasado a publicar un bando en el que recordaba los horarios de cierre y atendiendo a las «numerosas queixas veciñais por incumprimento de horario dos establecementos públicos, así como molestias por ruídos».
La polémica, en cifras, se traduce en la tramitación de 24 expedientes contra locales de la ciudad por incumplimiento de horarios. No se trata de 24 establecimientos distintos, ya que algunos son reincidentes. De hecho, aunque las sanciones por esta cuestión oscilan entre los 300 y los 3.000 euros, hay algún local que acumula ya hasta 5.000 euros por incumplimientos reiterados del horario.
Nueve resoluciones
Tal y como indicaron ayer desde la administración local, hasta el momento se han notificado nueve resoluciones de expedientes con imposición de sanción por incumplimiento de horario, aunque en la actualidad se están tramitando otros quince pendientes de resolución.
Los expedientes por incumplimientos de horarios, ruidos y otras cuestiones fue uno de los asuntos que los hosteleros y el alcalde discutieron a última hora del lunes en la reunión que mantuvieron para hablar, entre otras cosas, de la organización de las fiestas y la ordenanza de las terrazas, que todavía colea, cinco años después de que se planteara la cuestión.