Con la sustitución de la televisión analógica por la digital, la TDT fue ocupando progresivamente una serie de frecuencias que ahora hay que organizar por dos motivos; el primero, unificar la visión en toda Europa, y el segundo, la necesidad de dejar libre parte del espectro radioeléctrico para las compañías de telecomunicación que operan a través del sistema 4G.
Los nuevos canales están operativos desde el pasado mes de junio, pero de momento, coexistiendo con los anteriores, de tal manera que los edificios que todavía no hayan cambiado el canal MPE2 de la frecuencia 39 a la 49 podrán seguir viendo, sin problema alguno, Telecinco HD, por poner un ejemplo. En principio, la coexistencia tenía fecha de caducidad con la llegada del año nuevo, ya que a partir del 31 de diciembre, quien no tuviese adaptadas sus antenas no podría recibir la señal de televisión.
Pero el ministro de Industria reconoció ayer que se estaba barajando una prórroga de tres meses atendiendo a la petición de antenistas y empresas del sector, que advirtieron a Soria de que muchos edificios no iban a poder adaptarse a tiempo a la nueva señal de la TDT; de hecho, se hizo un cálculo de 300.000 inmuebles y 7,5 millones de personas que no iban a recibir todos los canales. La decisión aún no está tomada, dado que fue la propia Comisión Europea la que había fijado en el 1 de enero del 2015 la fecha tope de coexistencia.