La portera meca fue clave en un triunfo vital para mantener el sueño del Castellón de continuar en la élite femenina
07 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Minuto 19,26 de partido; 6-11 en el marcador del pabellón del B.M. Castellón. El desánimo comienza a cundir entre la afición y el equipo local. Con catorce derrotas a las espaldas y dos solitarios triunfos, ambos ante un colista Base Villaverde ya desahuciado, mantener el sueño de la permanencia en la División de Honor Femenina-Liga Guerreras Iberdrola pasaba inexorablemente por derrotar el sábado en el derbi autonómico al Canyamelar Valencia, antepenúltimo clasificado a tiro de 3 puntos. El entrenador local necesitaba un revulsivo con el que revertir el avance del partido. Lo buscó en la portería, dando entrada a Irene Sánchez. Y la grovense levantó el choque. Deteniendo cuatro de los cinco penaltis que le tiraron, comiéndole la moral a las lanzadoras rivales, para convertirse en el seguro con el que sus compañeras de campo ganaron la confianza para agarrarse al partido, primero, y dar un golpe mortal al Canyamelar Valencia con un parcial de 5-1 en los últimos nueve minutos que les valió el 25-24 final. Sánchez se encumbraba como La Jugadora del derbi. Y de toda la jornada 17 de la élite del balonmano femenino español, elegida por los aficionados que votan cada semana en la web de la Real Federación Española como Guerrera Iberdrola. Su primer premio MVP de la semana.
«La verdad es que no me lo esperaba», declaraba ayer Irene Sánchez desde Castellón preguntada por su doble reconocimiento. El de haber sido elegida primero por el entrenador del equipo rival como mejor jugadora del Castellón en el partido, y después por los aficionados como la primera entre las catorce seleccionadas por los técnicos de los equipos de la Liga Guerreras Iberdrola.
«Era un partido que teníamos que ganar sí o sí», comenta Sánchez. «Somos un equipo recién ascendido y muy joven. Solo habíamos ganado dos partidos. Al salir, en mi primera intervención», recuerda, «paré un penalti. Ahí pensé ‘Tenemos que ganar sí o sí. Y tengo que parar para que el equipo se venga arriba’, porque si paras, las compañeras se motivan».
A ello se aplicó la grovense: «Me salió un buen partido. Pero lo que nos dio ese subidón es que parara cuatro de los cinco penaltis que me tiraron». El último de ellos, con 24-24 en el marcador a poco más de un minuto del final.
«No me esperaba que me eligiesen Guerrera Iberdrola», afirma. Un reconocimiento que ya había recibido esta temporada su compañera en la portería del Castellón, Paula Alonso, con la que ha venido repartiéndose prácticamente a partes iguales los minutos de juego lo que va de Liga. «Que te reconozcan así te sube la moral», dice Sánchez. Eso, y que «tras el partido vino junto a mí un montón de gente que me dio la enhorabuena sin conocerme».
Con el Canyamelar y su puesto de salvación a tiro de un punto, la grovense, formada en la cantera del Rasoeiro, apunta que «ahora nos queda luchar hasta el final por la permanencia» en las nueve últimas jornadas de una temporada dura. Tras dos campañas en el Atlético Guardés y la anterior en el Porriño en la División de Honor, «yo no estaba acostumbrada a jugar en un equipo recién ascendido y a perder seguido. Es una experiencia», cuenta, «y vamos a aprovecharla» de cara al futuro de una portera que el 8 de abril cumplirá aún los 24 años.