Feijoo confirma a Cores Tourís como nuevo presidente del Puerto de Vilagarcía
AROUSA
La Xunta se inclina por un perfil más político para sustituir a Sagrario Franco tras nueve años
20 nov 2020 . Actualizado a las 16:57 h.Ayer se daba por hecho en Vilagarcía, y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, acaba de confirmarlo. El cambadés José Manuel Cores Tourís se situará al frente de la Autoridad Portuaria, tomando el relevo de Sagrario Franco y renunciando, por lo tanto, a su acta como diputado por el Partido Popular en el Parlamento de Galicia.
Nueve años después de su llegada a la presidencia de la Autoridad Portuaria de Vilagarcía, Sagrario Franco, la primera mujer que ha desempeñado el cargo en la centenaria historia de la institución arousana, hará las maletas. Ayer por la mañana, todavía en ejercicio, Franco se despidió tanto del equipo con el que ha compartido su tiempo de gestión como del conjunto de los operadores portuarios de la ciudad. La de hoy fue, por lo tanto, la última de sus sesiones al frente del consejo de administración. «Ha sido un honor y un privilegio poder trabajar de la mano del equipo humano de la Autoridad Portuaria y contribuir al progreso del puerto de Vilagarcía, que llevaré siempre en el corazón», expresó la expresidenta a los consejeros, para desearle suerte a su sucesor.
Las reacciones no se han hecho esperar, y el propio alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, se ha dirigido a Cores Tourís para transmitirle sus felicitaciones. Pese a sus diferencias políticas, el regidor socialista asegura que durante su última etapa como delegado de la Xunta, las relaciones con el Concello fueron muy positivas, por lo que está convencido de que ese talante se mantendrá y las dos principales instituciones de la ciudad podrán entrar en un período de entendimiento. En cuanto a la presidenta saliente, Varela le desea lo mejor en lo personal y le agradece el tiempo dedicado a la gestión portuaria.
También el PP local ha felicitado a Tourís, destacando su «perfil conciliador, su enorme experiencia en distintos cargos de gestión y su gran trayectoria política». Convencidos de que será «un gran presidente del Puerto», los conservadores vilagarcianos le garantizan su apoyo «para continuar trabajando por este organismo y por esta ciudad.
La lectura más negativa de la etapa de Franco en la presidencia llegó desde el colectivo de trabajadores de la institución. Varios de ellos recordaron que solo bajo su mandato se trató de eliminar el aguinaldo navideño a la plantilla de la Autoridad Portuaria, algo que consideraron una agresión injustificada y la junta de personal tuvo que recuperar acudiendo a los tribunales y superando los recursos que la cúpula portuaria interpuso tanto en el TSXG como en el Supremo.
Fuentes autonómicas apuntan a que lo que se buscaban era un perfil de mayor carácter político y muy pegado a la realidad de la comarca de O Salnés. Alguien en la línea de José Manuel Cores Tourís, delegado de la Xunta en la provincia hasta hace unos meses, exalcalde de Cambados, antiguo presidente de la mancomunidad de municipios y senador durante dos legislaturas.
La toma de posesión de Sagrario Franco, en julio del 2011, supuso un cambio radical en la orientación de la presidencia del Puerto. Su antecesor, Javier Puertas, había asumido el cargo con una función política clara: servir como contrapeso institucional a la figura del entonces presidente local del Partido Popular, Tomás Fole, con quien, de hecho, se enfrentó en un congreso por el control de la formación de la gaviota en Vilagarcía. Perder aquel pulso marcó el final de sus días en el despacho del muelle de Pasajeros. La nueva presidenta, vecina de Baiona y ajena por completo a los vericuetos de la política vilagarciana, procedía profesionalmente del mundo de la medicina y la gestión hospitalaria. Había sido delegada de la antigua Consellería de Familia en Pontevedra y figuraba como una de las personas de confianza de la conselleira do Mar, Rosa Quintana, cuyo departamento pasó a controlar los puertos de interés general tras el regreso del Partido Popular a la Xunta, en el 2009.
Aunque su perfil no se aproximaba al de la gestión portuaria, la presidenta acabó por generar un razonable consenso entre los operadores portuarios de Vilagarcía, que destacan la virtud de que facilitase su trabajo y se consiguiesen logros como la puesta en marcha de la línea de ferrocarril hasta Ferrazo o el récord en los registros anuales de mercancías tras un período de retroceso y estancamiento.
Que su perfil político no fuese elevado no evitó, sin embargo, importantes desencuentros con el Concello tras la victoria electoral del PSOE de Alberto Varela en el 2015. El hotel de O Ramal, el futuro de la antigua Comandancia y, a efectos puramente portuarios, el retraso en la liberación del muelle de O Ramal y las diferencias sobre la célebre modificación puntual de los nuevos rellenos, forman parte de ese paquete de cuestiones pendientes que, inevitablemente, deja atrás.