El coche del accidente mortal en la Autovía do Salnés recorrió un kilómetro en sentido contrario antes de estrellarse

Serxio González Souto
serxio gonzález MEIS / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

Su conductor y el del automóvil contra el que se colisionó continúan ingresados en la unidad de cuidados intensivos en estado grave

28 jun 2024 . Actualizado a las 11:17 h.

Por el momento no existe una explicación oficial sobre la forma en la que se produjo el accidente que el martes le costó la vida a una mujer de 71 años, vecina de Meaño, en la Autovía do Salnés. La Guardia Civil de Tráfico investiga lo ocurrido y hasta que no haya comprobado todas las hipótesis no emitirá un veredicto que pueda hacerse público. Lo único claro es que el automóvil que provocó la tragedia circulaba en sentido contrario en el momento en el que se estrelló contra otro vehículo. Sin descartar otras explicaciones, los primeros indicios apuntan a una confusión por parte de su conductor, de 47 años e hijo de la víctima mortal, quien, como el hombre de 51 años que guiaba el segundo turismo, continuaba ayer ingresado en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Montecelo, en Pontevedra. El estado de ambos sigue siendo grave.

La colisión tuvo lugar poco antes de la salida de la autovía en sentido norte, hacia el nudo de Curro. El ramal conecta la infraestructura con la carretera general que comunica Vilagarcía y Pontevedra, y constituye el único lugar por el que el vehículo pudo haberse introducido a desmano. Como mínimo, tuvo que recorrer un kilómetro en sentido contrario antes de colisionar contra el turismo que sí circulaba correctamente. La única alternativa habría exigido que el automóvil se hubiese incorporado a esa misma salida todavía más lejos, en la rotonda de Fonte do Curro, algo que aumentaría el recorrido a contracorriente hasta los dos kilómetros. Teniendo en cuenta la densidad de tráfico que soporta esta zona, se antoja verdaderamente inusual que alguien transitase tanta distancia por un solo carril sin toparse antes con otro vehículo de frente.

La señalización en cualquiera de estos dos enclaves por los que el coche pudo introducirse informa claramente a los conductores de qué sentidos de circulación están prohibidos. Además de dos señales rojas con su correspondiente franja blanca, la salida de la glorieta de Fonte de Curro dispone de llamativos bolardos verdes que separan y encauzan la circulación.

La salida del nudo de Curro informa a los automóviles que hacen la rotonda de que no deben acceder a él a través de otras dos señales, colocadas en su misma confluencia con la glorieta. Por si no fuesen suficientes, unos metros más allá otras dos indicaciones, más llamativas, puesto que se disponen sobre un fondo amarillo, refuerzan la idea de que quien haya entrado en este carril en sentido descendente lo está invadiendo de forma temeraria. Desde esas dos últimas señalizaciones hasta el punto en el que tuvo lugar la colisión mortal restan todavía unos 750 metros.

Otro elemento incrementa la dificultad de la maniobra que el automovilista tuvo que ejecutar: para introducirse desde el nudo de Curro en esta salida es necesario trazar un giro muy forzado hacia la derecha, que la propia dinámica de la conducción hace extraordinariamente complejo.

En Meaño, el municipio en el que residían la mujer que perdió la vida y su hijo, se habla de la niebla que en esos momentos —hacia las diez y media de la mañana— persistía en la zona y que pudo nublar la visión del conductor. De hecho, el helicóptero que el 061 quiso movilizar para trasladar a los heridos no pudo despegar por culpa del tiempo adverso. Recuerdan, por ejemplo, que otro vecino del concello falleció hace años, cuando un vehículo que también circulaba en sentido contrario se le echó encima en el propio nudo.