PO-548, la carretera predilecta del jabalí en Arousa

s. gonzález / a. garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Foto de archivo de un jabalí arrollado por un automóvil en la PO-548
Foto de archivo de un jabalí arrollado por un automóvil en la PO-548 PABLO PENEDO

Dos accidentes en la misma noche dejan una colisión múltiple, dos personas heridas y tres animales muertos en Bamio y Cordeiro

04 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La combinación del monte Xiabre y los bosques de ribeira que crecen a orillas del Ulla parecen haber configurado un hábitat excepcional para la proliferación del jabalí. Un animal que semeja simpático a distancia, pero resulta mucho menos agradable cuando invade las carreteras o los campos de maíz. Los accidentes provocados por el porco bravo se reproducen por toda la comarca, como lo hacen por buena parte de Galicia. No obstante, uno de los viales concentra desde hace años una particular densidad de esta clase de incidentes: la PO-548, que comunica Pontecesures con Vilagarcía y esta semana ha registrado dos siniestros separados por unas horas y apenas una decena de kilómetros.

El arrollamiento más grave tuvo lugar hacia las diez y media de la noche del miércoles en la recta de Bamio, muy cerca de la curva que conduce al campo de fútbol. Una piara irrumpió en la calzada y desencadenó un accidente en el que se vieron involucrados cinco vehículos, que sufrieron daños de diversa consideración. Dos de sus ocupantes resultaron heridos. El servicio de Emerxencias de la capital arousana les prestó atención a la espera de que el 061 llegase al escenario del siniestro y valorase su estado. Finalmente, ambos fueron trasladados a un centro hospitalario mientras la Policía Local, la Guardia Civil de Tráfico y el departamento de conservación de carreteras trataban de restituir el tráfico y la carretera a unas condiciones normalizadas. Aun así, las retenciones que causó el suceso fueron importantes.

Separados por 50 metros

Por lo que respecta a los animales, los dos contra los que impactaron los automóviles murieron en el acto. Sus cuerpos quedaron tendidos a ambos márgenes de la PO-548, separados por unos cincuenta metros.

Horas más tarde, una escena similar se reproducía en Cordeiro (Valga), cuando otro jabalí se cruzó en la trayectoria que seguía un turismo. El vehículo resultó dañado y el porco bravo corrió la misa suerte que sus dos congéneres de Bamio: muerte inmediata debida al impacto.