Más luz y sacos de mejillón ecológicos, novedades de la plaza de Vilagarcía

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

Las vendedoras estrenaron las obras de reforma y en la zona del pescado vendieron el bivalvo en sacos de yute

17 nov 2024 . Actualizado a las 04:50 h.

La plaza de abastos de Vilagarcía disfrutó de una jornada de sábado llena de novedades. En la zona del pescado, en dos puestos se podía ya ver el mejillón en los nuevos sacos ecológicos que distribuyó la Asociación Galega de Empresarios Depuradores de Moluscos (Agade). Su presencia no dejó indiferente a nadie y, la mayoría de los clientes, se mostraron encantados con una alternativa a los sacos de plástico que normalmente se utilizan con este bivalvo. En la plaza de la verdura, en cambio, la novedad eran las ventanas y la luz que por ellas entraba. Porque, tras las obras de reforma acometidas por el Concello, «este espazo parece outro, antes era coma un zulo», aseguraba una de las vendedoras.

«A mí me gustan mucho más, porque no tienen plástico y es una barbaridad la de plástico que usamos aquí», reconoce Rosa Bemposta. Ella, e Isabel Domínguez, eran las únicas pescantinas de la plaza vilagarciana en las que ayer se podían ver los nuevos sacos de yute que Agade quiere utilizar en la comercialización del mejillón. «Es el primer día y la verdad es que a la gente le llaman mucho la atención», aseguró Domínguez. Han sido desarrollados por R de Lorenzo, una cordelería vilagarciana que explica que los sacos de yute ya los utilizaban los bateeiros antaño. En esta firma argumenta que tienen varias ventajas con respecto a los de plástico, aunque la principal es que contaminan mucho menos porque, además, son biodegradables. Pero es que, a mayores, también ayudan a conservar mejor el mejillón, porque son de una fibra natural que absorbe el agua y conserva fresca la vianda.

«Es cierto que pesan un poco más que los de plástico y son más duros de cortar, pero es más ecológico», insiste Bemposta. Alguna de sus clientas se quejó «de que no deja ver bien lo que hay dentro», cuenta. Pero otras no le ven más que ventajas. «Yo creo que es mejor», explica una de ellas. «Son más rústicos a mí me gustan», añade la de al lado.

Ventanas nuevas

Si en la plaza de abastos estrenaron sacos, en la de la verdura estrenaron ventanas. Las obras de reforma de este espacio lo han llenado de luz y la mayoría de las vendedoras están encantadas. «Está moito mellor porque ten moita máis luz, agora facía falta que tamén renovaran as bancadas, que son de mármol e están en mal estado», explica Rosa, una de las vendedoras, quien también destaca las obras de mejora que se acometieron en los aseos. «Antes daba medo entrar, era moi fúnebre, agora da gusto», añade otra de las mujeres que vende sus productos hortícolas en este recinto.

El único pero que le encuentran algunas de las vendedoras es el sol, que puede incidir de forma directa sobre sus puestos durante el verano. «A praza está moi bonita, pero teñen que tapar un pouco estas ventás porque no noso lado xa da o sol agora en inverno», asegura Teresa, que también trabaja en la plaza de la verdura. En este sentido, añade que el personal municipal ya le informó de que, en breve, se procederá a colocar algún vinilo u otro sistema que permita reducir el impacto del sol.

La reforma de este inmueble le costó al Concello de Vilagarcía 170.00 euros, que fueron financiados con los fondos Next Generation. El proyecto incluyó, además de la apertura de ventanas para dotar de más luminosidad al recinto, la total renovación de los aseos y la construcción de uno adaptado a la normativa de accesibilidad; el pintado de los paneles del techo y de la estructura vista de la cubierta; y la sustitución de la evacuación de aguas pluviales de la cubierta.