El alma de las piedras cobra forma en el papel

CAMBADOS

Mónica Irago

El proyecto del escultor sigue creciendo, ahora con una publicación sobre el museo que ha creado en Castrelo

09 nov 2016 . Actualizado a las 18:29 h.

La Fundación Manolo Paz, mejor verla a ras de suelo; con sol, con lluvia, con niebla... Este museo al aire libre cobra una dimensión diferente en función de la época del año y de la hora del día en que se visite y el mérito corresponde al escultor cambadés Manolo Paz. Desde ayer también es posible asomarse a este hermoso y singular espacio a través del libro «Fundación Manolo Paz, Arte Contemporáneo», que se presentó en las mismas instalaciones, en un acto que congregó a artistas, a arquitectos, a amistades del artista y a numerosas autoridades, entre ellas el conselleiro de Cultura y Educación, Román Rodríguez. El político habló del «alma de las piedras», esa que veía Miguel Ángel en un bloque de mármol y que también atribuye a las moles de granito que despedaza y recompone el cambadés en su taller.

Su obra viste plazas y calles por todo el mundo; en Estados Unidos, en Japón, en Alemania, en Bélgica... y en numerosos puntos de España, pero Manolo Paz eligió su aldea, Quintáns, para crear una gran sala de exposiciones al aire libre hecha a su medida. Son las suyas, «esculturas sobre la tierra sin pedestal», en palabras del editor del libro David Barro, que se erigen entre los pinos y los viñedos en busca del horizonte que dibuja la ría de Arousa. Y todo este conglomerado conforman la fundación que lleva su nombre y que ha conseguido colocar a Cambados y a Galicia en el mapa del arte contemporáneo.

Pero este proyecto nunca se termina. La última aportación no tiene forma de menhir ni la dureza de la piedra. Es algo mucho más liviano y manejable: un libro que permite recorrer la fundación a través de un centenar de páginas ilustradas a todo color y con textos de David Barro, Fernando Castro Flórez, José Guirao Cabrera, José Jiménez, Javier Montero, Álvaro Negro, Bernardo Pinto de Almeida y Elena Vozmediano. Se puede adquirir en la propia fundación y se distribuirá por museos como el Reina Sofía y el Guggenheim de Bilbao, para que estos centros actúen como altavoz de un legado que, aunque próximo en el espacio, tiene proyección internacional.

La publicación fue presentada ayer en Castrelo, en un ambiente gris propio de noviembre, que se caldeó después, tras los discursos, con un albariño de la tierra y las Conservas de Cambados, «porque o viño e o mar tamén son arte», apuntó el artista. Manolo Paz no pudo evitar emocionarse cuando le tocó hablar de su fundación y de lo que para él representa, un «soño» hecho realidad que parte de aquella leira en la que sus padres plantaban «as patacas e o millo» y que logró transformar en un espacio para y por el arte. Un lujo para los sentidos del que todos los cambadeses y todos los gallegos deben estar orgullosos y agradecidos, según apuntó el conselleiro.