Ibai Llanos se da un baño de multitudes a su llegada al Obradoiro: «Impresionante»

LA VOZ SANTIAGO

VIVIR SANTIAGO

Paco Rodríguez

Cientos de jóvenes esperaron la llegada a Santiago del «streamer» vasco, que quedó conmovido al verse frente a la Catedral. Llanos completó su peregrinación desde o Cebreiro junto a Xokas y al resto de su equipo, una aventura que también ha compartido con millones de seguidores a través de su canal de YouTube

04 dic 2024 . Actualizado a las 21:07 h.

 Han seguido su camino a través de las pantallas y, para ponerle punto y final con buen sabor de boca, qué mejor que acercarse a celebrarlo con ellos en persona. Cientos de jóvenes recibieron esta tarde entre aplausos y vítores a Ibai Llanos y a Xokas, que llegaron a la Praza do Obradoiro después de ocho días de peregrinación. «En mi vida había visto algo así», comentaba una vecina mientras se paraba a contemplar a la multitud. La escena, desde luego, llamaba la atención. Algunos, los más madrugadores, se perdieron las clases para esperar desde primera hora de la mañana. «Llegué a las diez, no me podía arriesgar», comentaba a La Voz una fan minutos antes de la entrada. Pasadas las cinco de la tarde, los seguidores ya se contaban en cientos. Hacían un ruido que Ibai, a través de gestos, les agradeció. «Solo queremos darles apoyo, creo que les va a gustar», defendía otra joven sobre el porqué de su acción. 

Su entrada en el Obradoiro fue la esperada. Aunque antes hubo un par de falsas alarmas por las que los jóvenes comenzaron a correr rápidamente hasta la facultad de Medicina, bajó por el Arco de Xelmírez. «Esto no tiene ningún tipo de sentido», decía uno de los allí presentes mientras se llevaba las manos a la cabeza. Sus amigos, al igual que otros tantos, corrían desesperados en busca del creador de contenido. Ibai Llanos descendió las escaleras junto al Xokas y el resto de su equipo entre cánticos y aplausos. Un «eh, eh, eh» chillado al unísono fue lo único que se escuchó, durante unos minutos, en la Praza do Obradoiro. Luego, otro tanto de frases para el recuerdo. «¡Que tengo a Ibai a menos de un metro!», decía una de las jóvenes que más se pudieron acercar al vasco, que reclamaba cierto espacio vital. «¡No me lo puedo creer!», enfatizaba otra. 

Ibai y el Xokas, a su llegada a la Praza do Obradoiro este miércoles, tras realizar el Camino de Santiago
Ibai y el Xokas, a su llegada a la Praza do Obradoiro este miércoles, tras realizar el Camino de Santiago Paco Rodríguez

Cuando se giraron por primera vez frente a la Catedral, salió por su boca la palabra «impresionante». También pidieron de nuevo un poco de espacio. La marabunta era tan grande que les impedía visualizar por completo lo que tanto tiempo llevaban deseando ver. Contemplaron el monumento mientras que sus seguidores se sacaban selfies, les intentaban entregar regalos y les daban la enhorabuena. Algunos, como muestra de afecto, les hicieron pancartas. Cada uno, con su historia personal. Llamaba la atención, por ejemplo, una joven mexicana que le contaba a La Voz que la razón por la que había elegido estudiar su carrera en España había sido su apego hacia Ibai Llanos. Otros se saltaron clases, cogieron trenes desde otras ciudades y se ausentaron de las actividades extraescolares. «Traigo los apuntes en la mochila para sacarlos si se retrasa, que tengo examen mañana», decía un estudiante de Matemáticas antes de que llegaran.

En boca de todos estaban las palabras de agradecimiento hacia los dos streamers. «Los sigo desde hace muchos años y me gustaría darle las gracias por la felicidad que me dan en el día a día», decía antes de su triunfal entrada un joven que vino desde A Coruña solo para verlos. «Si tienes un día pocho en el que te encuentras mal, siempre alegran. Ellos te sacan una sonrisa», añadía su compañero. Ellos fueron solos y se conocieron en las horas de espera. Al final, terminaron siendo un grupo «de gente maja» de unas 25 personas. «Puede parecer una tontería, pero al final mira lo que nos llevamos», añadían entre sonrisas. En otro grupo de amigos explicaban cómo se habían organizado para hacer guardias mientras unos estaban en clase. Ellos, originarios de Santiago, habían intentado recibir a algún otro famoso, como Torres o algún jugador del Celta. Aún así, ningún momento fue tan intenso como el que acababan de vivir: «Esta oportunidade era única».

La peregrinación de Ibai comenzó hace una semana y, como era de esperar, la anunció a través de sus redes sociales. «Es el mayor reto de mi vida», decía en el vídeo de presentación. A partir de ese momento, el creador de contenido hizo que sus seguidores, que se cuentan por millones, fueran también partícipes de la aventura. Comenzó en O Cebreiro y dividió los 165 kilómetros en ocho etapas, cada una pensada para terminar en un día y recogida individualmente en su correspondiente vídeo. Poco tardaron en llegar las primeras críticas, que señalaban tanto el escaso esfuerzo que requerían sus 20 kilómetros diarios como el hecho de que caminaran sin equipaje. Él siempre defendió que, antes de comenzar con su cambio físico, lo que estaba haciendo le hubiera resultado imposible. «Estoy muy orgulloso de él, aunque no se lo digo porque no le quiero inflar más el ego», decía Xokas sobre su compañero.

A ellos, la semana de Camino les ha servido para abrirse en canal. Por ejemplo, ambos se acordaron de los familiares con los que les hubiera gustado compartir el recorrido. A Ibai le hubiera hecho ilusión que estuvieran su padre o su abuelo, reflexión que tocó la fibra sensible de Xokas, acordándose de su abuela lucense, Josefa, ya fallecida. También hubo momentos para poner en valor el cambio físico de Ibai. En meses, el streamer pasó de 170 a 116 kilos. El Camino, en parte, representa un escalón más en su recorrido. «No me da ni el pulso. Hace unos meses yo no podría haberlo hecho ni al 20 %», confesaba Ibai al llegar al Alto do Poio, la mayor cumbre en Os Ancares del Camino Francés.

Ellos, con la naturalidad que les caracteriza, no ocultaron en ningún momento la dureza del Camino. Vivieron en sus propias carnes la subida hasta O Cebreiro, una de las etapas más míticas y duras del Camino Francés, y la terminaron mucho mejor de lo que se esperaban. Sufrieron hasta llegar a Triacastela, asegurando que los tres últimos kilómetros de la etapa se habían sentido como siete. Lo primero en aparecer fue el dolor en la planta del pie y la fatiga de estar en medio de las etapas más «rompepiernas» del Camino. Las últimas etapas las terminaron «reventadísimos» y con las plantas de los pies «jodidísimas». «El dedo gordo del pie derecho lo tengo tocadete, el gemelo lo tengo tocadete», enumeraba El Xokas al llegar a Sarria, mientras que Ibai Llanos aprovecha para recordar la importancia del ejercicio físico. Sin ir más lejos, la aventura la emprendió junto a sus dos preparadores, Valen y Moisés.

Durante el recorrido, el streamer vasco se ha dejado sorprender por las curiosidades de la tierra. Cogió por primera vez una castaña del suelo para comérsela cruda y se impresionaron con la edad del Castaño de Ramil, de más de 800 años. Al margen de las redes y de los móviles, ellos están «viviéndolo de verdad». La caminata, como no podía ser de otra forma, la acompañaron con algunas comilonas. «El non imaxinaba que o polbo de Melide puidera estar tan bo», decía Sergio Rhenals, de la pulpería A Garnacha, después de que los creadores de contenido y su equipo pararan en el pueblo. Allí pidieron seis raciones de pulpo, huevos con chorizo de Lalín, tarta de queso y en la mesa no quedó nada. «Quedaron encantados, dixeron que ata o pan estaba moi bo», aseguraba el pulpeiro, que tuvo la oportunidad de conversar con ellos tras la comida.