Un centenar de personas se dieron cita en el salón Peña para despedir al marinero que perdió la vida en el naufragio del Villa de Pitanxo
26 feb 2022 . Actualizado a las 20:39 h.El salón Peña de Cambados volvió a convertirse en el escenario para dar el último adiós a otro marinero fallecido en el mar. Como ocurriera el 21 de diciembre de 2019 a propósito del funeral por las víctimas del Sin Querer Dos, este sábado por la tarde, este gran salón de actos se vistió de luto para despedir a Miguel Ángel Lumbres, uno de los marineros que perdieron la vida en el naufragio del Villa de Pitanxo en Terranova.
Con el cuerpo todavía en Canadá a la espera del permiso para su repatriación, la familia de este peruano afincado en la villa del albariño organizó un acto de homenaje dirigido, sobre todo, a la comunidad peruana, aunque no exclusivamente. En Cambados se dio cita una amplia representación institucional, encabezada por la conselleira do Mar, Rosa Quintana, y el alcalde, Samuel Lago. Ambos subieron al estrado para manifestar su afecto y apoyo a la familia de Miguel Lumbres en este difícil trance. «Estaremos pendientes de vosotros», indicó Quintana. «Es un consuelo que podáis despediros de él de cuerpo presente», apuntó el regidor. También fue invitado a intervenir el cura párroco, José Aldao, y varios pastores de la iglesia evangélica a la que pertenecía Miguel Lumbres.
Siguiendo el ritual de este tipo de ceremonias, hubo música de guitarra y canciones, se dio lectura al evangelio e intervino un miembro de la familia —el primo del fallecido—, quien lo definió como una «persona amigable, bromista y que se dejó querer por todos». El acto fue seguido por un centenar de personas, la mayoría peruanos que, como Lumbres, llegaron a Cambados hace trece o catorce años para trabajar en la flota del cerco y se quedaron a vivir con sus familias. La de Maribel y sus dos hijos se ha roto tras la que resultó ser la última marea de Miguel Ángel.