O Salnés explora el uso de compost para mejorar la producción de vino

Bea Costa
Bea Costa CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

Martina Miser

La materia orgánica que generan empresas y hogares se puede aprovechar para la viticultura

01 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El término compostaje se introdujo en nuestro vocabulario hace un par de décadas, pero el concepto viene de muy antiguo. Desde el nacimiento de la agricultura el hombre utiliza la materia orgánica como abono para fertilizar la tierra, pero la explotación intensiva y los nuevos modelos de producción plantean nuevas necesidades. Recurrir a las cuadras y los montes ya no es suficiente, la viticultura y la huerta de O Salnés precisan más cantidad de abono y métodos modernos para su aplicación, y el compostaje a gran escala es una buena solución.

En Galicia existen actualmente diez plantas de compostaje de residuos generados por la industria agroalimentaria, Sogama está empezando a elaborar compost desde Baión (Vilanova) a partir de los residuos orgánicos urbanos y en los concellos hay cada vez más composteros, individuales y comunitarios.

El reciclaje se ha convertido en un imperativo legal y uno de los retos que se plantean es que redunde, también, en beneficio del campo gallego. La Mancomunidade do Salnés quiere aportar su grano de arena y en este contexto se inscribe la organización de las segundas jornadas de Viticultura Sostenible inauguradas ayer en Cambados con la participación de diez bodegas.

El maestro compostero Gustavo Cochón se refirió en este foro a las ventajas que implica el uso del compost en una tierra que da síntomas de agotamiento: «Engadir materia orgánica ao chan sempre é beneficioso, dálle estrutura ao chan para que reteña mellor a auga e os nutrintes. Estamos vivindo das rendas da materia orgánica doutro tempos», explica.

Gustato Cochón, habló ayer de compostaje en las jornadas sobre viticultura sostenible celebradas en Cambados
Gustato Cochón, habló ayer de compostaje en las jornadas sobre viticultura sostenible celebradas en Cambados Martina Miser

Cochón alude a casos como el de Austria, donde es habitual el uso de los residuos orgánicos de procedencia urbana para la agricultura. «É o futuro» y, en su opinión, en Galicia se dan todas las condiciones para implementar este modelo. La viticultura es, sin duda, un ámbito propicio porque las bodegas generan gran cantidad de materia orgánica y hay estudios de la Universidad de Vigo que demuestran que los viñedos abonados con compost producen un vino de mejor calidad, abunda el experto. Ya hay bodegas que están estudiando la posibilidad de dar el salto para convertirse en productores de compost con el que abonar sus cepas de albariño. Por materia prima no va a quedar. El bagazo y los restos de las vides son residuos más que óptimos para elaborar fertilizante natural, pero también lo son los restos de comida que van a parar al compostero de casa, al del barrio y, a partir de ahora, también al contenedor marrón que empezará a poblar las calles junto a los de vidrio o envases.

En el siglo pasado, los sobrantes de la cena, la fruta pasada o las conchas de la mariscada se echaban directamente a la tierra para que se convirtieran en humus. Hoy, se someten a un proceso de fermentación en compostero por un período mínimo de quince días y a 55 grados de temperatura— con ello se garantiza la higienización del material— para poder obtener un abono de la máxima calidad.

Las jornadas sobre Viticultura Sostible quieren ser una plataforma para el intercambio de conocimientos y experiencias «con un enfoque innovador que trata de optimizar la forma en la que se producen los cultivos y elevar la calidad de la uva de la comarca», según explican desde la organización. El cambio climático plantea un nuevo escenario y la Mancomunidade do Salnés quiere contribuir a poner sobre la mesa herramientas para alcanzar una agricultura sostenible.

La formación iniciada ayer tendrá una duración total de 45 horas divididas en una sesión de 5 horas de formación teórica y 40 horas de práctica para la toma de muestras de tierra. De ello se encargará el técnico agrónomo Guillermo Rodríguez, que llevará estas muestras a analizar para verificar su PH y tomar las medidas correspondientes en caso de detectar desequilibrios. «Trátase de concienciar da importancia do chan para a producción, entender que prácticas facemos, que impactos teñen e como podemos ir cambiando para ir revertendo o uso de fitosanitarios», apunta Rodríguez.

Las jornadas se desarrollan a través del proyecto «Núcleos rurales sostenibles de O Salnés: Espacios abiertos a la innovación» y cuenta con la participación de veinte bodegas. En la primera jornada lo hicieron Bodegas Forjas de O Salnés, Casa da Barca, Castro Martín, Bouza do Rei, Albamar, Condes de Albarei, Grupo Viña Sobreira, Zárate, Pombal y Attis y a la segunda, iniciada ayer, su sumaron Terras de Asorei, Nanclares y Prieto, Lagar de Pintos, Lagar de Condesa, Paco y Lola, Pazo Cilleiro, Vega Sicilia, Pazo Señorans y bodegas Vionta.