A la mesa, en familia y entre amigos; Cambados y Ribadumia acogieron comidas multitudinarias

La Voz CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

La fiesta continúa hoy por partida doble con almejas en A Illa y Castrelo

25 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La fiesta también se disfruta en casa. Más allá de las grandes citas del verano, el Albariño, la Festa da Auga o El Carmen, muchos aprovechan estas fechas de vacaciones para reunirse alrededor de la mesa. Buenos ejemplos de ello se vieron ayer en Cambados y en Ribadumia.

La capital del Albariño fue el lugar elegido por Rogelio Otero y Peregrina Santórum para organizar la comida anual de emigrantes retornados. Casi todos proceden de Alemania, de Cuxhaven y Hamburgo en su mayoría, pero no hay restricciones de modo que si alguno hizo sus particulares Américas en Suiza o Francia también tuvo sitio el restaurante Forniños.

Se juntaron alrededor de doscientas personas que disfrutaron, primero, del pulpo, los camarones y las almejas, después del baile y no faltó ocasión de hablar de los viejos y de los nuevos tiempos. La hermandad gallego-alemana se respiraba por todas partes, con banderas, Mercedes aparcados a la puerta y las mejores galas del armario.

Entre amigos y en familia volvió a estar ayer la saga de los Silva, también en Cambados. En su caso la fiesta la montaron en Os Piñeiros, donde coincidieron con otra fiesta familiar, la de los sesenta años de casados de Guillermo y Josefa.

Este apellido es toda una institución si hablamos de arte y vino, y como tal reivindican un reconocimiento en el Olimpo del Albariño. Para que vaya calando el mensaje, en las últimas fiestas editaron una pegatina que dejaron ver por las calles de Cambados reclamando «una capa para los Silva».

A unos kilómetros de allí, en Ribadumia, se celebró la XXIX Xuntanza dos nosos maiores que, por motivos climatológicos, se trasladó de la Carballeira al centro social de Barrantes. Finalmente salió el sol y bajo techo se hizo necesario sacar el abanico. Para cuando Ramón Mouriño se puso con la queimada, ya estaban muy caldeado el ambiente. Acudieron alrededor de 200 personas que, además de comida y baile, disfrutaron de un bingo y del monólogo de Xan Veiga.

Pero la fiesta continúa este domingo. A Illa culmina hoy tres días dedicados a la almeja roja, que se sirve al vapor y a la marinera y se acompaña con paella, zamburiñas, croquetas de marisco, empanada de atún, pimientos de Padrón y filloas para el postre. La fiesta, como siempre, se celebra en la carpa habilitada en el paseo de O Cantiño y esta edición está organizada por el Club de Piragüismo Illa de Arousa.

La almeja también es la protagonista en las citas gastronómicas que organiza la asociación Santa Cruz de Castrelo (Cambados), que una vez al mes convierte el campo de la fiesta en un gran comedor. Este domingo le toca a la Festa da Fideuá, en la que se servirán cientos de raciones de fideos con almejas que, a buen seguro, algunos recogerán para llevar a la playa. Si se acompaña con vino, tarta, café y queimada, el precio de la ración es de 15 euros. Y el que quiera bailar, también tendrá oportunidad de hacerlo.