El camino a clase se convierte en una carrera de obstáculos en la avenida de Galicia de Cambados

Bea Costa
bea costa CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

Martina Miser

El caos continúa debido a las obras. Los semáforos generan atascos en horas punta y ayer cuatro agentes tuvieron que acudir a regular el tráfico

28 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Circular y caminar por la avenida de Galicia de Cambados y sus aledaños se ha convertido en un calvario debido a las obras de mejora de la red de saneamiento. La situación ha empeorado esta semana al coincidir los trabajos en ambos lados de la calle, lo cual ha dejado a los peatones sin espacio para pasar y ha reducido el ancho de la carretera por la colocación de las vallas de obra.

Ante el caos que se vivió el pasado martes, se paralizaron los trabajos en el tramo izquierdo sentido Castrelo, pero sigue habiendo zanjas abiertas y vallas sobre la acera. A todo ello hay que sumar el hecho de que desde hace días permanece cerrada la calle A Grenla —perpendicular a la carretera general—, lo cual obliga a los conductores que quieren acceder a las casas de A Grenla y a Os Caeiros —donde se encuentra el instituto Asorey— a dar un rodeo hasta la desembocadura del Umia y subir por Pinar do Rei.

En contra de lo que cabría suponer, el acceso a A Grenla no está cerrado por culpa de las obras de saneamiento. Lo está porque la empresa Espina y Delfín tarda más de los previsto en comprobar el estado de la red que pasa por allí, pues el firme presenta señales de hundimiento y cualquier intervención que se acometa en la zona requiere de la supervisión de la concesionaria del servicio del alcantarillado. Así lo explicaba ayer el concejal de Obras e Servizos, José Ramón Abal, quien dijo que iba a dar instrucciones para urgir a Espina y Delfín a evaluar la situación cuanto antes.

MARTINA MISER

Con este escenario, la avenida de Galicia presenta una estampa dantesca, especialmente a las horas de entrada y salida del colegio, dado que esta carretera es utilizada por las comunidades escolares del instituto, el CEIP San Tomé, la escuela infantil y la guardería. Ayer a las nueve de la mañana el atasco era monumental, hasta el punto de que cuatro agentes de la policía local tuvieron que acudir para regular la circulación, ya que los semáforos de obra instalados el jueves generaban más problemas que soluciones.

Al problema de las retenciones de tráfico se suman los obstáculos que tienen que sortear los peatones porque, además de aceras ocupadas por vallas, los pasos de cebra están también vallados, lo cual obliga a niños y no tan niños a cruzar por donde pueden. Sus padres se quejan y lo hace, también, el vecindario de la zona por lo que consideran una mala planificación de unas obras que van para largo, al menos, hasta final de año.

Simultáneamente, se renovarán tuberías en las calles O Castro y Os Olmos y en la avenida de A Pastora, lo cual abrirá un nuevo frente en la ordenación vial de esta zona del pueblo. La situación se puede complicar aún más en cuanto vuelvan las lluvias, ya que el firme donde ya se obró —caso de Os Caeiros— no se ha repuesto y está en muy mal estado.