Los candidatos dicen haber aprendido la lección tras la polémica del plan
10 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Ya nadie duda en O Grove de la urgencia de disponer de un Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM). Pero la polémica generada con el último intento del tripartito por sacar adelante este documento ha hecho que cambien las premisas. Pérez tiene claro que «no vamos a hacer nada diferente a lo que hemos acordado en pleno». Cacabelos, por su parte, habla de un documento «de mínimos». Bea propone hasta una consulta popular, tras haber elaborado el plan con todos los colectivos y vecinos. Filgueira apuesta por «dar cuenta de la realidad que tenemos». Lamelas considera que el PXOM debe elaborarse siguiendo tres premisas básicas: «Información, participación e transparencia», sostiene. Y Outeiro quiere un «plantexamento participativo, realista, transparente e consensuado cos veciños».
«No vamos a sacar adelante un documento que no esté consensuado con todas las fuerzas políticas», promete el actual regidor meco, cuyo segundo intento por sacar adelante un documento urbanístico ha recibido 3.500 alegaciones. Más allá va su rival político. Cacabelos recuerda que su partido fue el único que votó no al plan que presentó el tripartito. Propone un documento de mínimos, que en el casco urbano recoja todo lo que existe y que respete los núcleos rurales. «Non pode haber edificios feitos legalmente que queden fora de ordenación», argumenta. Propone también eliminar la delimitación de las bolsa de terreno y abrir una negociación con los propietarios de estos espacios, para que sean ellos los que decidan lo que quieren hacer allí.
Inseguridad jurídica
Para el PGD, la ausencia de una normativa urbanística está generando una inseguridad jurídica que no permite la inversión en el municipio. Por eso propone que técnicos municipales, vecinos, colectivos y políticos se sienten a analizar las 3.500 alegaciones y, entre todos, saquen adelante el plan. La misma propuesta que comparte Alternativa Meca, quien también apuesta porque el nuevo documento refleje la realidad del municipio. «Necesitamos un plan urbanístico para resolver los problemas de los últimos años, que nos permita corregir las situaciones irregulares y que incluya un acuerdo sobre lo que es prioritario para el desarrollo», argumenta. Habla incluso de «una relajación urbanística». Por eso apuesta por crear el consello local de urbanismo.
El Bloque, por su parte, considera que elaborar un nuevo planeamiento no debería ser un proceso que se demorase más de un año. Quiere dividir O Grove en sectores para que los técnicos se reúnan con los residentes en cada uno de los barrios, hagan sus propuestas y consensúen, entre todos, el desarrollo que precisa cada uno de estos espacios. Un proceso que podría estar listo en un plazo de diez meses y que debe acometerse inmediatamente.
«É fundamental poñer en marcha un PXOM para poder desenrolar as infraestruturas», argumenta Lamelas. Propone redactar un documento de mínimos, «que recolla o que existe no Grove. Faremos un avance para que os veciños o coñezan antes de estar aprobado inicialmente», dice. Este proceso debe esta protagonizado por la información a los vecinos sobre cuál es la situación de sus propiedades y cómo quedarán tras el documento, por la participación de los implicados y por la transparencia, «porque se nos agochamos damos motivos para que a xente pense que pode haber prebendas no plan», concluye el esquerdista.