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El cambio climático y la persecución del atún rojo condicionan el comportamiento de las orcas

leticia castro O GROVE / LA VOZ

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Miteco

Un estudio pionero elaborado por el instituto BDRI de O Grove asocia sus choques con los veleros con la simulación de técnicas de caza

01 jul 2024 . Actualizado a las 08:48 h.

El estudio de los mamíferos marinos llevado a cabo por el BDRI de O Grove ha vuelto a arrojar interesantes resultados en cuanto al comportamiento de estos animales, en concreto de las orcas, que en los últimos tiempos han propiciado más de un suceso relacionado con la interacción de veleros en aguas de toda la costa gallega. Los investigadores Bruno Díaz y Séverine Methion acaban de publicar un nuevo trabajo, Killer whales habitat suitability in the Iberian Peninsula and the Gulf of Biscay: Implications for conservation en la prestigiosa revista Ocean&Coastal Management. Una investigación innovadora según explica el propio Bruno Díaz, que además es director del instituto de investigación grovense, ya que utiliza «datos de ciencia ciudadana aportados por navegantes, datos satelitales (del programa Copernicus de la UE y Giovanni de la NASA) y un análisis mediante Matching Learning (algoritmos de inteligencia artificial)», comenta.

Todo ello ha proporcionado una valiosa información novel sobre la ecología y el comportamiento de las orcas en el Atlántico Nororiental. Tras meses de trabajo han logrado identificar los cambios estacionales «en la idoneidad del hábitat de las orcas desde las aguas costeras cercanas al estrecho de Gibraltar en invierno y primavera hasta las extensiones hacia el norte a lo largo de la península Ibérica y el golfo de Vizcaya en verano y otoño», explica.

Siendo la principal presa de estos mamíferos el atún rojo del Atlántico han establecido una correlación de aquellos cambios con las migraciones estacionales del atún, influidas tanto por factores ambientales como por la batimetría o temperatura del agua. Esa modificación de la temperatura del agua, que viene propiciada por el cambio climático, condiciona también el movimiento de las orcas. Díaz y Methion han explorado las interacciones entre ejemplares de esta especie y veleros que se han producido de el 2020 a 2023, y el estudio ha asociado esos choques «con comportamientos de juego que simulan las técnicas empleadas en la caza del atún rojo», relata Bruno. Al parecer comprender la preferencia de hábitats de especies como la orca, es primordial para los esfuerzos de conservación, y los resultados de este tipo de estudios arrojan datos valiosos para que autoridades y gobiernos gestionen áreas marinas protegidas e interacciones de veleros con embarcaciones de recreo, donde existe gran actividad humana., por lo que se trata de un trabajo de gran valor. Díaz y Methion pueden sentirse orgullosos de haber publicado un estudio pionero sobre la ecología de las orcas en la península Ibérica, que explica por primera vez los movimientos de orcas desde el norte de África hasta el Cantábrico, y que además también se apoya en algoritmos de inteligencia que cumplen su función como apoyo para la ciencia