A bordo en el Palleiro Cuatro: «Vuelvo todos los años, los mejillones están muy buenos y el viaje es entretenido»

Leticia Castro O GROVE

O GROVE

LETICIA CASTRO

La Voz de Galicia compartió travesía con un grupo de turistas que embarcaron en O Grove

07 sep 2024 . Actualizado a las 04:48 h.

No hay mejor manera de degustar mejillones en O Grove que hacerlo a bordo de un catamarán recorriendo la ría, sobre todo si uno no sabe cómo y dónde se reproducen estos bivalvos con intenso sabor a mar. Que se lo digan sino a los visitantes, la mayor parte de ellos procedentes del territorio nacional, que estos días lo comprobaban a bordo del Palleiro Cuatro, de la naviera Bahía-Sub.

Quienes embarcaron el pasado jueves a media mañana en O Grove para realizar la Ruta del Mejillón se mostraban sorprendidos con la calidad del marisco servido durante el trayecto, que todo hay que decirlo, se cocina de una manera singular. En el Palleiro Cuatro los bivalvos se preparan en un horno de convencción a alta temperatura, a unos 120 grados, lo que permite degustarlos en su punto y aporta a la experiencia gastronómica un plus diferenciador, según afirma el patrón y empresario, Santiago Domínguez. Fue una travesía amena la que vivieron el jueves en un ambiente muy familiar los pasajeros de las doce, a pesar de que el día, para ser septiembre, estuviese más gris de lo que correspondía.

Entre los que participaron del viaje, unas sesenta personas, había veraneantes que repetían experiencia llevando a los nietos para descubrirles la ruta, amigos de la tripulación llegados desde Canarias encantados con las explicaciones del patrón y con la abundancia del producto servido, y parejas que compartieron asiento, mejillones y vino y se conocieron a bordo, como fue el caso de dos matrimonios llegados desde Toledo y Cornellá.

El momento más interesante de la travesía fue, para muchos, la explicación sobre la batea para observar las cuerdas donde crece el mejillón desde la visión submarina que ofrece la embarcación; para otros, fue el sabor del producto que salía de la cocina: «Yo vuelvo todos los años, los mejillones están muy buenos y el viaje es entretenido», comentaba uno de ellos. Aunque cabe decir que la jornada también tuvo sus anécdotas como la que protagonizó un grupo de delfines, de unos seis u ocho ejemplares, que hizo las delicias de los presentes, que no dudaron en inmortalizar el momento con sus cámaras.