
Los pequeños alumnos aprendieron ayer los secretos de la investigación marina y de los árboles
08 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El próximo 11 de febrero se conmemora el Día da Muller e das Nenas na Ciencia. Y en el Centro Rural Agrupado (CRA) de Ribadumia no han querido dejar pasar de largo tal efeméride. Así que los alumnos de todas las aulas que forman este colegio se dieron cita en Leiro para participar en charlas y talleres. Dos profesionales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) fueron las encargadas de explicarles a los chavales los secretos de la investigación marina o de la naturaleza. De paso, les demostraron que la de científicas es también una profesión apta para mujeres. Lo hicieron, claro está, con las caras bien pintadas. Porque en este centro no se han olvidado tampoco de que esta es la semana del carnaval.
El trabajo se repartió en tres talleres diferentes. De naturaleza aprendieron con Nieves Álvarez. Ella les llevó varios árboles cultivados in vitro y los más pequeños pudieron ver de cerca cómo eran las raíces «de vimbios, castiñeiros, bidueiros..», cuenta esta profesional. Les explicó, además, cómo se cultiva en medios acuáticos e incluso les inventó un juego con globos. Para terminar, «pintamos follas felices porque nós queremos que os bosques vivan felices», relata. De todo ello disfrutaron los más pequeños, que hicieron un sinfín de preguntas.
La actividad tenía otro objetivo. «Queremos demostrarlles que as nenas tamén poden ser científicas e non queremos convencelos so con palabras», explicó la directora del centro. Se trataba de que los pequeños conocieran a dos profesionales que han hecho de la ciencia su medio de vida, de que supieran que en esa profesión hay hueco también para el género femenino. Ahí intervino Luisa, que aunque trabaja como divulgadora científica es también investigadora marina. «Fálolles do meu traballo, do que me gustaba cando era pequena e de que as mulleres tamén poden ser científicas», cuenta. A continuación, el medio marino centra su charla. «Nunha bandexa poño todo o que se poden atopar nunha praia», añade. Ahí los pequeños pueden tocar y oler desde huevos de tiburón disecados, hasta algas, pasando por los típicos juguetes que ellos mismos usan cuando van a la playa. «Fálolle do prexudicial que o plástico é para os océanos e fágoos corresponsables», añade. Aprenden que no pueden tirar nada al mar, que hace daño.
La actividad de ayer incluyó, además, un tercer taller en el que la conservera Cermar les explicó las ventajas de las conservas.