Hostelería, plaza y supermercados testarán la recogida de biorresiduos

Rosa Estévez
r. estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MARTINA MISER

Ravella ha adquirido un camión especial para realizar este servicio

25 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Hostelería, plaza de abastos, supermercados y comedores escolares serán los sectores encargados de poner a prueba el sistema de recogida de biorresiduos que Ravella quiere implantar en la localidad para adecuarse a las exigencias ambientales que llegan de Europa. Para poder iniciar ese test, el Concello va armándose poco a poco. En los últimos días, la Xunta Local de Goberno ha adjudicado la compra de un camión, una operación que ha supuesto un desembolso de 101.579 euros. Con ese dinero se ha adquirido un vehículo «de carga traseira, adaptado ás características do residuo a recoller e trasladar». Está preparado para recoger los 42 contenedores que habían sido adquiridos previamente. «Son os de cor marrón asignado a este tipo de restos orgánicos -produtos alimentarios, restos de comida preparada, alimentos en mal estado, excedentes alimentarios que non se teñan comercializado, restos vexetais…-», explica el Concello. En total, la inversión realizada hasta el momento por Ravella para realizar este plan piloto supone un montante de 114.579 euros.

«A idea do Concello é poñer en marcha o novo servizo da denominada FORS, fracción orgánica de recollida selectiva, a modo de proba nun ámbito reducido, para logo estendelo á poboación urbana». Y han pensado en el consistorio que la mejor manera de organizar esa prueba es realizándola con los grandes generadores de biorresiduos, de ahí que los supermercados, la hostelería y la plaza de abastos figuren entre los participantes en una iniciativa que se pretende poner en marcha a caballo entre los meses de diciembre y enero, aunque todo va a depender del tiempo que tarde la empresa adjudicataria en entregar el camión, habida cuenta de los problemas que están teniendo las firmas de automoción para conseguir suministros.

Serán los integrantes de estos sectores los primeros que se deberán acostumbrar a «depositar no contedor marrón os restos orgánicos, o que terán que facer directamente, fóra de calquera envase ou envoltorio», explican desde Ravella. Y es que la carga del camión será trasladada a una planta de tratamiento autorizada «que se encargará de reciclalos, por exemplo, para a súa utilización na elaboración do abono natural coñecido como compost».

Recuerda Ravella que la recogida de biorresiduos es uno de los servicios incluidos en los pliegos del nuevo contrato de recogida de basura que el Concello «ten previsto licitar en breve». «A nova concesionaria terá que prestalo e será quen o estenda ao conxunto da poboación urbana», señala Ravella en un comunicado de prensa.

La puesta en marcha de este servicio supondrá no solo una gestión más responsable desde el punto de vista ambiental, sino que supondrá «a redución do volume da bolsa do lixo convencional ao restarlle a fracción orgánica, o que evita que estes restos teñan que acabar na incineradora como aqueles non susceptibles de ser reutilizados». En consecuencia, «redúcense as emisións de gases procedentes do proceso de combustión e tamén o custe que o Concello ten que pagar por desfacerse do lixo».