Xabi Abal y Carlos Louro se proclamaron campeones gallegos el pasado fin de semana
18 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Hace casi tres lustros que Johnny Hermida abrió su gimnasio de boxeo en O Piñeiriño. Él llevaba años practicando deportes de contacto, aunque en los últimos tiempos se había centrado en el boxeo y el kickboxing. Al llegar a Vilagarcía comenzó a ejercitarse en las instalaciones del pabellón de Fontecarmoa y poco a poco fue juntándose a él un grupo de personas que se interesaron por su deporte. Y fue ahí cuando se decidió a montar su propio gimnasio. Antes tuvo que sacar los títulos de entrenador y, a partir de ahí, comenzó a trabajar.
Un trabajo que, más allá de la satisfacción del día a día, deja jornadas tan espectaculares como la del pasado fin de semana en Outes. Allí se desplazaron dos de los representantes del club Boxeo Arousa: Xabi Abal y Carlos Leiro. Leiro ya había participado en un autonómico un par de años antes, proclamándose subcampeón. En esta ocasión, sin embargo, subió a lo más alto del podio y lo hizo con una superioridad total. Carlos lleva cinco o seis años entrenándose con Johnny y se hizo con el título en la categoría de peso pesado.
Caso contrario es el de su compañero Xabi Abal, que comenzó a acercarse al gimnasio de O Piñeiriño hace un par de años. De hecho, el campeonato gallego fue su debut. Nunca había protagonizado combate alguno y llegó a Outes y venció en las dos peleas que disputó en la categoría de menos de 71 kilogramos.
El éxito del club arousano tuvo un tercer capítulo. Lo protagonizó Óscar Bermúdez, que, forjado bajo las lecciones de Hermida, se entrena ahora en un gimnasio de Ourense porque está estudiando allí. Óscar ya se había proclamado campeón gallego con 16 años y repitió título en Outes, defendiendo en este caso y de manera circunstancial los colores del gimnasio ourensano, pero asegura Hermida que es «uno de los nuestros».
Xabi, Carlos y Óscar son, junto con Jonathan Casariego (que aspira a participar en el campeonato de España de la categoría élite a sus 31 años) la punta de la pirámide de un trabajo que se viene asentando en el gimnasio de O Piñeiriño desde hace ya muchos años.
Las tardes de gimnasio para Jhonny arrancan a las cinco y media de la tarde. A esa hora van los chavales más jóvenes, los que se ponen los guantes por primera vez y a los que Jhonny insiste desde el primer día: «El boxeo no es violencia». Luego es el turno de los adolescentes que, asegura Hermida, que han formado una auténtica piña tras todos estos años. Y un grupo donde cada vez hay más chicas que deciden practicar boxeo, por cierto. Se le nota orgulloso del buen ambiente que ha logrado en el club, que colabora también con asuntos sociales en algunos casos.
Pero no solo los jóvenes practican boxeo en Vilagarcía. A última hora es el turno de los boxeadores más veteranos, gente de entre 35 y 50 años y con un perfil de lo más variado. «Hay profesores, farmacéuticos... hay de todo», explica Hermida.
El buen momento del boxeo
Johnny, que conoce bien el panorama, asegura que el boxeo está viviendo en Galicia un gran momento. «Es muy distinto ahora que cuando yo llegué. Ahora hay gente muy buena, boxeadores que prometen», asegura y apunta que la clave es el buen trabajo que, en su opinión, está haciendo la federación gallega. «No es peloteo. Están haciendo una labor fenomenal y durante la pandemia nos ayudaron muchísimo», afirma.
El próximo objetivo es que Jonathan Casariego pueda presentarse en las mejores condiciones al Campeonato Gallego de la categoría élite el próximo año, paso previo para poder llegar a competir en el Nacional.
Suceda o no, Hermida seguirá con su trabajo en el día a día con los chavales para ofrecerles una alternativa distinta a la hora de hacer deporte. Y parece que está disfrutando muchísimo con lo que hace. «Ni en mis mejores sueños pensé que podría pasarme algo así», confiesa.