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La compañía TMV instala el primer almacén desmontable de la historia del Puerto de Vilagarcía

Serxio González Souto
Serxio Gonzalez VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

CEDIDA

La nave, destinada a mercancía general, se ha levantado en apenas un par de meses mientras la planificación urbanística avanza a cuentagotas

28 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Una iniciativa así es muy poco frecuente. Tanto, que nunca en la historia de la Autoridad Portuaria de Vilagarcía, no al menos en su etapa contemporánea, los muelles habían dispuesto de unas instalaciones de estas características. Gracias a la compañía Terminal Marítima de Vilagarcía S. L., en la capital arousana funciona un almacén portuario desmontable. Una estructura de aspecto provisional, pero extremadamente útil. Especialmente cuando los anticuados instrumentos de planificación en vigor dificultan la construcción de algo más perdurable. El caso es que el consejo de administración que preside José Manuel Cores Tourís otorgó el 31 de enero la concesión que posibilitó la implantación de la nave, y en apenas dos meses está ya levantada y en disposición de ser empleada.

La estructura se destina al almacenamiento de mercancía general. TMV dispone, para ello, de una concesión que permanecerá vigente durante veinte años. Se tata de una superficie de trabajo de 1.896,95 metros cuadrados que se ubica en el muelle Comercial, a caballo de una de las antiguas naves que gestionaba García Reboredo Hermanos Sociedad Limitada, la consignataria centenaria a partir de la que se constituyó TMV, y de la ampliación que Covsa llevó a cabo en el 2010.

Ya los responsables de García Reboredo habían intentado levantar en este espacio un almacén. Una iniciativa que, sin embargo, nunca llegó a prosperar. Entre otras cuestiones, porque ni el Plan Especial del Puerto, aprobado en 1999, ni el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), que data del 2000, daban naturaleza a la ampliación del muelle Comercial, muy posterior, y ninguno de los dos documentos se ha renovado todavía. Tampoco la del muelle de Ferrazo, por cierto, con lo que en el puerto de Vilagarcía subsisten en estos momentos unos noventa mil metros cuadrados de terreno operativo necesitados de identidad urbanística. Boluda, la firma que opera la terminal de contenedores, es otra de las empresas que ha visto frenada la construcción de una nave por la misma razón.

Por lo que respecta al Plan Especial, no hay noticia de que su rediseño se haya puesto en marcha. No se trata de un proceso sencillo, ya que requiere de un pensamiento global sobre la arquitectura urbanística de los terrenos portuarios, atendiendo a las previsiones que deben garantizar el desarrollo de su espacio industrial, su explotación eficiente y su conexión con la red de transporte terrestre. A lo largo de los últimos 25 años no se ha tocado más que de forma puntual. Y ahora lo será de nuevo. El consejo aprobó ayer una modificación que busca, precisamente, incorporar esas nuevas superficies a la planificación. El siguiente escalón burocrático no apunta ya al Puerto, sino al Concello.

En efecto, la ordenación de los nuevos espacios portuarios en un período de tiempo razonable descansa en el PXOM. Y habida cuenta de que se encuentra en fase de revisión desde hace años, no parece que una modificación puntual vaya a ser ahora el instrumento más recomendable. Lo lógico es que la propuesta del Puerto sea incorporada al planeamiento general, cuya tramitación ha superado el trámite de evaluación ambiental. El documento ya solo depende del informe sectorial de Carreteras del Estado, dependiente del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, para que pueda ser elevado al pleno y sometido a aprobación inicial. Y en este último paso previo tendrán mucho que ver las negociaciones para la cesión del tramo urbano de la N-640. Está cerca, pero tampoco será inmediato.