Resultaba curioso que el primer ministro Winston Churchill desease reunirse con Malenkov para hablar de paz, cuando en 1945, recién terminada la guerra, Churchill fue derrotado en las elecciones por Clement Attlee, porque los ingleses consideraron a Churchill un hombre belicoso, muy apropiado para la batalla de Londres contra la Luftwaffe o para el desembarco de Normandía, pero poco apropiado para la paz que se iniciaba. Churchill había sido elegido en las últimas elecciones de 1953 porque el mundo ya vivía desde 1946 en una guerra llamada fría, aunque tenía puntos calientes, cual era el conflicto de Corea. Fue Churchill, además, el inventor de la denominación telón de acero, durante una conferencia en la Universidad de Fulton. Pero Churchill creía que Malenkov, como los otros hombres fuertes del Kremlin, eran más favorables a la paz que Stalin, entre otras cosas porque la URSS, machacada por la Guerra Mundial, necesitaba paz para desarrollar sus planes de recuperación económica.