Diferentes medios de urgencia se movilizaron en el arenal ribeirense para tomar parte en un simulacro de rescate
01 sep 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Pasados cinco minutos de la una de la tarde, las alertas saltaron en Coroso. Multitud de curiosos se acercaron hasta el puesto de socorrismo para ver lo que allí acontecía.
El nerviosismo se palpaba en el ambiente, pero no se asusten, todo se trataba de un simulacro. Con objeto de entrenar la coordinación de los distintos dispositivos de urgencia, la empresa Servicio de Formación Galego de Seguridade e Salvamento recreó una situación de emergencia en la costa del arenal ribeirense.
Ante los ojos desconcertados de los bañistas, un dispositivo formado por diez socorristas además de otros miembros de Protección Civil, agentes de la Policía Local y Nacional, hombres del Grumir de Ribeira y miembros del cuerpo de bomberos de Galicia, entraron rápidamente en acción ante el avistamiento de un hipotético choque entre una embarcación de recreo y una supuesta embarcación pesquera.
Simulacro
Seis fueron las personas que hicieron de víctimas en la operación, de los cuales tres interpretaron papel de desaparecidos; dos, el de heridos conscientes, y uno, el de herido inconsciente.
Durante la simulación, los distintos medios de salvamento, las unidades sanitarias y los cuerpos de seguridad tuvieron que hacer un gran esfuerzo por coordinar todos los dispositivos de emergencia.
Entre los medios materiales para el rescate se utilizaron dos zódiacs, una perteneciente a los socorristas y otra al Grumir de Ribeira, y se montó una carpa para el auxilio de las víctimas.
Por su parte, los socorristas pusieron en práctica sus conocimientos de primeros auxilios, para tratar las lesiones como heridas superficiales, contusiones leves y las dos paradas cardio respiratorias que tuvo el herido inconsciente. La labor de los cuerpos de seguridad fue la de mantener el orden, alejando a los bañistas del equipo de operaciones.
Al final del simulacro, se produjo un aplauso generalizado por parte del público reunido en la playa, entre el que se encontraba José Luis Torres Colomer, alcalde de la localidad. Después de las ovaciones, los participantes fueron a festejar al chiringuito de Coroso la buena marcha de la operación, con bebidas y refrescos.
Está claro que los ribeirenses pueden quedarse tranquilos, pues los medios de emergencia han demostrado con creces su profesionalidad.