Algunos de los ejemplares afectados tenían más de tres metros de alto
09 jul 2019 . Actualizado a las 12:22 h.Fue calificado por los grupos ecologistas del Barbanza como «un acto impropio de un país civilizado», pero el incidente no era para menos: unos desconocidos habían acabado con una gran plantación de árboles autóctonos en el monte de A Curota. El atentado medioambiental se produjo en una parcela de más de 15.000 metros cuadrados de terreno y algunos de los ejemplares que habían sido víctimas de este desastre superaban los más de tres metros de altura.
Además de buscar a los culpables, distintas entidades de la comarca impulsaron una iniciativa para realizar una nueva plantación con más de mil especies arbóreas, entre las que se incluyeron castaños, nogales y cerezos.
Por otra parte, Xunta, concellos, cámaras agrarias y asociaciones ecologistas se unían para poner en marcha una fundación que nunca vería la luz, y cuyo objetivo sería transformar la sierra barbanzana en un gran parque nacional para disfrutar de árboles y ganado autóctonos.