La instalación de Serra do Barbanza recupera el 25,27 % del material que entra en planta
26 jun 2022 . Actualizado a las 19:46 h.En un contexto de incertidumbre ante el final de la concesión el próximo año y con los trabajadores movilizados por las dudas con respecto al futuro de las instalaciones y el mantenimiento de los puestos de trabajo, la planta de basuras que la mancomunidad Serra do Barbanza tiene en Servia no solo se mantiene a la cabeza de Galicia en cuanto a recuperación de residuos para su reciclaje pese a la crisis, sino que incluso consolida esa posición mejorando sus resultados. Según el último balance que acaba de ser remitido al Ministerio para la Transición Ecológica, el 25,27 % del material que llega al complejo medioambiental recibe una segunda vida tras su paso por las instalaciones.
El dato se corresponde con el volumen de residuos tratados en la planta de Lousame durante el 2021 y supone un incremento de tres puntos con respecto al porcentaje del ejercicio anterior. La cifra es especialmente significativa si se tiene en cuenta que en el 2019 —último informe publicado por el ministerio— la media de las instalaciones de Galicia era del 13,5 %.
Este incremento del volumen de residuos sólidos urbanos recuperados en el complejo de Servia corresponde con un período en el que las toneladas totales de material que entraron en el recinto aumentaron de forma notable al contabilizarse 600 toneladas más que el año anterior. Según esto, la cantidad de basura tratada ascendió a 33.988.729 kilos, casi un 2 % más. El principal aporte de desperdicios que llegaron a la planta fue materia inorgánica, con 19.895 toneladas, seguida de la orgánica, con algo más de diez mil toneladas, a las que se suman 375.990 kilos de la fracción vegetal.
Llama la atención el notable incremento del vidrio que se procesó en el recinto lousamiano, en torno al 14 %, situándose el total en más de 1,7 millones de kilos, frente al 1,4 del ejercicio anterior. En este caso, la explicación a la importante subida en el volumen de residuos puede encontrarse en la hostelería, después de que por fin normalizase su actividad tras las restricciones impuestas a causa de la pandemia.
Salidas de material
Ese 25,27 % de residuos recuperados con respecto al volumen total tratado en las instalaciones de Servia supone, en términos absolutos, el reciclaje de más de 8.500 toneladas de basura generada en los nueve municipios que envían sus desechos al complejo medioambiental de Serra do Barbanza, frente a las 7.430 toneladas del ejercicio anterior.
En el desglose según el tipo de residuos que salieron de la planta rumbo a otros gestores para su aprovechamiento, destaca la fracción de vidrio, ya que, a los miles de kilos recogidos en los contenedores específicos, se suma el cristal recuperado tras el paso de los residuos domésticos por la cadena de triaje. Así, se enviaron para su reciclaje 1.826 toneladas.
Otras 1.248 toneladas correspondieron a la fracción de papel y cartón, mientras que se recuperaron 847.870 kilos de polietileno de alta y baja densidad, 537.700 de PET y 109.240 de plástico mezcla, además de otro tipo de materiales como bricks, aluminio, chatarra o madera.
En este apartado, también merece una mención destacada una de las principales virtudes del modelo de Serra de Barbanza: la elaboración de compost a partir de materia orgánica.
Separación en origen
En el último ejercicio cerrado se generaron algo más de un millón de kilos de compost, lo que supone que se recuperaron por esta vía un 10 % del total de restos orgánicos recibidos.
El porcentaje no es demasiado elevado si se tiene en cuenta que uno de los principales objetivos de la planta de Servia era, precisamente, la elaboración de compost, y en este sentido desde el complejo medioambiental inciden en una cuestión: la importancia de separar adecuadamente los residuos en origen. La materia orgánica que se tira al contener de la fracción inorgánica no sirve para elaborar compost y, en consecuencia, acaba en el vertedero.
Importante
Igual muchos se preguntarán de qué sirve tener varios cubos de basura en casa, qué repercusión puede tener eso. Pues mucha, porque de los pequeños gestos de cada uno salen toneladas de residuos que, correctamente separados, podrán tener una nueva vida, ahorrando costes de gestión y mitigando la huella negativa que dejamos e el planeta