¿Cuáles son las mejores playas de Barbanza para darse el primer baño de la temporada? Todas

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Sanidade puntúa con un excelente las 89 zonas de baño de la comarca incluidas en su censo

06 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay a quien le cuesta más enfundarse el bañador para recibir los primeros rayos de sol, pero algunos ya están aprovechando estos días de buen tiempo para estrenar la temporada de playa. Las altas temperaturas continuarán en las jornadas festivas, así que vecinos y visitantes tendrán la oportunidad de estrenar este anticipado verano en la extensa costa barbanzana, en unas playas bañadas por unas aguas de excelente calidad. Así lo confirma la Consellería de Sanidade, que acaba de hacer público su informe sobre la clasificación sanitaria de las zonas de baño y, en Barbanza, el cien por cien de las que figuran en el censo obtienen el sobresaliente.

De este modo, la comarca se consolida como un referente por la calidad de sus aguas. Es el segundo año consecutivo en el que Barbanza logra el hito de recibir un excelente para la totalidad de las 89 playas del territorio que aparecen recogidas en el listado de Sanidade. Aunque ya en ejercicios precedentes los datos de la zona eran muy buenos, costó lo suyo alcanzar el pleno de sobresalientes y se ha logrado en buena medida gracias a las inversiones millonarias que se han realizado para mejorar los sistemas de depuración.

Hace solo un lustro, eran una docena las playas que no alcanzaban el excelente, y alguna, como la noiesa de Boa Pequena no pasaba del aprobado raspado. Era el único suficiente en una temporada de baño en la que los demás arenales que no alcanzaban la máxima nota se quedaban en el bien. Entre ellas se encontraba la única zona de baño de aguas continentales de la comarca que figura en el censo, la de A Pontenova, en el río Beba (Mazaricos), que al año siguiente alcanzaría el excelente.

Tardaron un poco más en conseguirlo O Cabo, en Muros, y San Pedro, en Carnota, que hasta el 2022 no lograron la máxima calificación concedida por la Administración autonómica, situando a Barbanza con el 100 % de las aguas analizadas con el sobresaliente, frente al 86,6 % que recogía el informe de Sanidade de hace cinco años.

El dato mejora, con mucho, el que obtiene el conjunto de Galicia, donde las zonas de baño con una calidad del agua excelente se quedan en el 91 %.

En evaluación

En la próxima temporada de playa serán de nuevo 89 las playas bajo vigilancia recogidas en el censo de Sanidade, pero hay alguna más sobre la que se realiza un seguimiento con respecto a la calidad del agua y está en período de evaluación para su posible inclusión en el listado oficial. Se trata de Peralto, en Boiro, en la que hace años se prohibió de forma permanente el baño pero que, ante la mejoría experimentada, podría volver al listado.

Durante el año pasado se analizaron una veintena de muestras de aguas de esta pequeña playa de Escarabote y el resultado que arrojaron las pruebas fue positivo, obteniendo una calificación de buena por segunda temporada consecutiva, de ahí que, si se mantiene la mejoría, pueda volver a ser incluida en el censo oficial, con lo que serían 90 las zonas de baño analizadas en el área barbanzana.

Peralto quedó fuera de los controles después de acumular cinco años consecutivos con un suspenso en las analíticas realizadas, la misma suerte que corrieron más tarde otros dos arenales de la zona: Testal, en Noia, donde está prohibido el baño desde el 2017; y Virxe do Camiño, en Muros, cerrada desde el 2020.

Se realizan análisis periódicos de junio a septiembre

Para establecer la calidad del agua de las zonas de baño se toman como referencia los resultados de las analíticas realizadas a lo largo de la temporada anterior. Durante la campaña, que va desde principios de junio hasta finales de septiembre, se realizan controles periódicos en los que se toman muestras para evaluar la presencia de Escherichia coli y enterococos intestinales. La normativa establece que debe realizarse un control inicial antes del comienzo de la temporada del que debe informarse al público, y luego se programarán, como mínimo, ocho más hasta el final del verano. En todo caso, el intervalo entre los muestreos a realizar no puede exceder el período de un mes.