Dositeo Fernández, un docente vocacional que murió a lomos de su inseparable bicicleta

Marta Gómez Regenjo
M. Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

El exdirector del colegio de Olveira falleció mientras practicaba ciclismo

16 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La muerte casi siempre llega de forma inesperada, pero hay veces en las que su aparición, además de imprevisible e inoportuna, resulta especialmente injusta. Ayer se llevó la vida de Dositeo Fernández, conocido por varias generaciones de ribeirenses porque durante décadas ejerció en el colegio de Olveira y ocupó el puesto de director durante 26 años, hasta que el pasado verano decidió dejar a un lado su vocación docente y jubilarse para iniciar una nueva etapa que ha resultado ser demasiado corta. La muerte, traicionera, le sobrevino a lomos de su inseparable bicicleta.

De su pasión por el ciclismo dan buena cuenta imágenes de Dositeo Fernández subiendo A Curota o pedaleando hasta la cima del mítico Tourmalet. A esa afición pudo dedicar más tiempo desde su reciente jubilación, y la mala fortuna quiso que se marchara haciendo lo que más le gustaba. Circulaba por Boiro cuando cayó desplomado al suelo y falleció después de unos 50 minutos intentando reanimarlo. Se apagó así la vida de un maestro que supo ganarse el respeto y el cariño de varias generaciones de alumnos de Olveira.

Con casi cuarenta años de trayectoria docente a sus espaldas, siembre hizo gala de una enorme y firme vocación y se esforzó por inculcar en los chavales que pasaron por sus aulas la importancia de que aprendiesen a pensar por sí mismos: «Ter ideas propias e adquirir coñecementos é o que nos diferenza realmente dos animais», contaba en las páginas de La Voz tras su jubilación. Era un profesor cercano, convencido del papel fundamental de la escuela y de que la educación pública y de calidad es un derecho irrenunciable. Era un hombre de principios, unos ideales que ahora que él no está permanecerán en cada uno de sus exalumnos.