Carmen García, la vecina de A Pobra de 87 años que suda la camiseta: «O segredo está en non sentarse no sofá»
BARBANZA
La edad no está reñida con el deporte, y esta pobrense lleva dos décadas haciendo gimnasia y no hay ejercicio que se le resista
07 dic 2023 . Actualizado a las 20:25 h.Hay personas que parece que nacieron cansadas y caminan arrastrando los pies, y otras que son como auténticas locomotoras que no paran, y que, por encima, contagian esta hiperactividad a todos los que le rodean. A este segundo grupo pertenece Carmen García Sanlés, una vecina de A Pobra con una energía arrolladora que la ha llevado a llegar a los 87 años en plena forma. Y nunca mejor dicho, puesto que desde hace más de dos décadas es una de las deportistas que suda la camiseta en las clases de gimnasia de mantenimiento para adultos que impulsa el Concello pobrense, una actividad en la que destaca, «e ponnos as pilas a todos. Eu moitas veces non viría senón é por ela que me empuxa», confiesa su compañera Maruja Santos.
Todo comenzó hace más de veinte años, «cando me xubilei tiña que facer algo e empecei aquí. Fun das primeiras en apuntarme ao programa para aprender a facer exercicio. Unha das cousas que nos ensinaron foi a sentarnos e levantarnos, porque a maioría da xente xa nin podía levantarse», recuerda la pobrense, a la que nunca le ha gustado estar de brazos cruzados. Hasta los 66 años trabajó primero en una carnicería y luego en un bar, obligaciones que compaginaba con el cuidado de su familia y de su casa.
Ahora, acude todos los lunes, miércoles y viernes a ejercitarse durante una hora al pabellón pobrense de Venecia y confiesa que siempre ha podido completar todas las clases sin ningún problema. No hay sentadilla, saltos, ni abdominales que se le resistan, lo único que ha tenido que dejar un poco de lado son las pruebas que implican correr, «porque teño un sopro no corazón e non me veñen ben».
Sin descanso
Explica que cuando llega el viernes y da la última clase no se resiente del cansancio acumulado durante toda la semana, «porque si só viñera a ximnasia, sería unha monada», responde entre risas, para luego enumerar el planning de su día a día. «Levántome á mañá, fago as miñas cousas na casa, cociño, vou ás galiñas, onte estiven limpando as aceiras todas de abaixo arriba,... Teño una casa e unha horta para min soa con moitos metros e non me dá tempo a aburrirme. Coidar as galiñas e limpar as aceiras xa lle chega a calquera», resume Carmen García.
Precisamente, este no parar en todo el día es uno de los ingredientes que cree que le ha hecho llegar como una rosa a los 87 años y aparentar muchísimos menos. Para ella uno de los secretos está en «traballar e alimentarse ben, no como nada prefabricado, todo é da miña horta e da comida que fago eu». A ello suma hacer mucho ejercicio, porque ella no solo acude a gimnasia de mantenimiento todas las semanas, sino que durante el verano «vou todos os días a nadar, antes ía de punta a punta da praia, pero agora teño medo a que me dea un calambre e ando con máis coidado, pero vou sempre», insiste la pobrense.
Sin entrar en el salón
La otra clave para conservar ese buen estado de forma es no tirarse horas y horas sentada. «Eu vexo pouca tele, non teño tempo, son de pouco sofá, porque o peor inimigo é o sofá, o segredo está en non sentarse. Teño un fillo operado e non pode ir ao salón porque ten que estar nunha cadeira especial. Pois leva tres meses e pico sen entrar ninguén na sala máis que para limpala».
Durante los años de pandemia reconoce que lo pasó realmente mal, porque al hecho de estar encerrada en casa se unió que su marido enfermó y finalmente falleció. A pesar de todo, en ese tiempo ella se resistió a permanecer quieta ni un solo segundo, «eu recorría a horta e tamén facía as miñas dúas horiñas de ximnasia na casa, tiña os meus estiramientos e de todo».
Carmen García considera que no existen fórmulas mágicas para poder llegar en plena forma a su edad, y por eso su meta es seguir sumando años con la misma filosofía de vida. Tiene claro que no va a parar y mucho menos dejar de hacer gimnasia: «Eu llo recomendo a todo o mundo, porque senta ben e polo menos quítaste da casa».