Diez investigados por su relación con dos narcolanchas abandonadas hace un año en una playa de Ribeira
BARBANZA
La Policía Nacional y Vigilancia Aduanera registraron 12 inmuebles por una investigación que hace un año se relacionó con el narcosubmarino de Arousa, pero hoy carece de pruebas que permiten relacionar a los investigados con este semisumergible; uno de los objetivos policiales, Francisco Javier Pérez Rivas, de Ribeira y acusado de trabajar para Miñanco hasta el 2018, no se localizó en casa y se está a la espera de ubicarlo
06 abr 2024 . Actualizado a las 22:08 h.Las dos narcolanchas abandonadas hace un año en las playas de Espiñeirido y O Vilar (Ribeira) generaron un hilo policial del que tirar que, un año después, ha dado frutos en forma de diez personas investigadas por su presunta relación con ambas embarcaciones ilegales y con una finalidad única: el transporte marítimo de droga. La Policía Nacional y el Servicio de Vigilancia Aduanera registraron desde primera de ayer 12 inmuebles en Noia, Vilanova de Arousa, A Estrada, Bertamiráns y Portonovo.
Uno de los objetivos policiales, Francisco Javier Pérez Rivas, de Ribeira y pendiente de un juicio en la Audiencia Nacional junto al que era su jefe, Sito Miñanco, no fue localizado en su vivienda y se está a la espera de ubicarlo para arrestarlo, explican responsables del caso en la Policía Nacional.
Los inmuebles inspeccionados son viviendas, garajes y otros espacios para almacenar o manipular embarcaciones o vehículos. En los registros se localizaron al menos dos embarcaciones que serán analizadas para saber si incumplen las normas, y que de ser así implicarían un delito de género de contrabando. También se intervinieron varios moldes para la construcción de planeadoras semirrígidas (las llamadas narcolanchas), así como un camión listo para transportar las embarcaciones y que estaba en una finca privada de Vilanova de Arousa. Una de las embarcaciones halladas y levanta sospechas apareció durante un registro en Noia, aunque no está confirmado que el hallazgo tuviera lugar en la calle Pintor Xenaro Carrero.
Los policías que llegaron en sendos furgones registraron desde primera un inmueble en esta rúa propiedad de José Manuel Ferradás. Al finalizar, los efectivos fueron al garaje, donde guarda al menos una o dos pequeñas embarcaciones de recreo que fueron registradas por los agentes, así como el resto de las pertenencias almacenadas en el bajo.
El noiés fue detenido hace varios años en la operación Globos, donde la Policía Nacional imputó a varios barbanzanos por intentar transportar por mar 1.300 kilos de cocaína desde Venezuela a España. En él lo acusaron de pertenencia a grupo criminal y tráfico de drogas. Años más tarde también se le vincularía con otro operativo relacionado con Sito Miñanco, igual que el vecino de Ribeira que no aparece Pérez Rivas.
Los registros en Noia se prolongaron durante varias horas y despertando expectación entre los vecinos. Algunos señalaron que esta es la tercera vez que los funcionarios acuden a registrar las propiedades de Ferradás, aunque en otras ocasiones se trató de agentes de la Policía Judicial que no iban en furgones y llamaban menos la atención. José Ferradás se le relaciona desde hace años con delitos de narcotráfico, aunque su profesión es la de armador de la embarcación O Capricho, con base en el puerto de Portosín, y que justo ayer se encontraba en Gijón descargando 20.000 kilos de xarda.
Días en alta mar
El hallazgo de ambas narcolanchas hace un año en Ribeira tuvo su origen en una persecución por mar y aire protagonizada por el Servicio de Vigilancia Aduanera y la Policía Nacional. De aquel operativo, con muy mal tiempo para navegar o volar, las tripulaciones se vieron cercadas y no tuvieron más remedio que abandonar las lanchas y huir a pie tras permanecer varios días a bordo escapando de sus captores. Dos semanas después, en la misma ría de Arousa, apareció el narcosubmarino Poseidón, frente a Vilaxoán. Se especuló entonces si ambas planeadoras abandonadas en Ribeira podían tener relación con la descarga de la droga que transportaba este semisumergible, y que ascendió a 5.000 kilos de cocaína.
Hoy, un año después, no hay nada en este procedimiento instruido en el Juzgado número 5 de Vigo que permita relacionar a las tres embarcaciones con pruebas rotundas para ir a juicio. Ayer, igual que hace un año en ambas planeadoras, no se requisó un gramo de droga.