Con ganas de más percebe en Aguiño

María Xosé Blanco Giráldez
m. X. blanco RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Había una cola importante cuando se agotaron los 900 kilos dispuestos

28 jul 2024 . Actualizado a las 20:17 h.

El percebe de Aguiño no solo triunfó en su día grande, sino que dejó ganas de más. Y es que la cola de personas ansiosas por hacerse con una ración era importante cuando se anunció que los 900 kilos de crustáceo dispuestos para la ocasión por la cofradía local se habían agotado. Ocurrió en torno a las tres de la tarde, después de casi cuatro horas de una exaltación gastronómico que volvió a poner de manifiesto el interés que despierta el producto rey de la localidad.

Muchos ya llevaban tiempo haciendo cola cuando se cortó la cinta inaugural de la vigesimoquinta edición de la Festa do Percebe, un esperado momento que estuvo precedido por un acto institucional en el que Alfonso Rueda, presidente de la Xunta, y Luís Pérez, alcalde de Ribeira, fueron los grandes ausentes. Ambos recibieron en Santiago a los supervivientes del Argos Georgia. El naufragio estuvo muy presente en Aguiño, donde la celebración comenzó con un minuto de silencio en recuerdo de los fallecidos, a los que se hicieron varias alusiones.

Hasta la localidad se desplazó el presidente de Portos de Galicia, José Antonio Álvarez, que junto al responsable del colectivo de mariscadores, Manuel Reiriz, entregó el galardón y el diploma de percebeiro de honor a Domingos Ayaso, carpintero de ribera. Por su parte, el historiador Daniel Bravo recogió su distinción de manos del teniente de alcalde Vicente Mariño y del patrón mayor, Antonio Santamaría.

Tras ese acto de inauguración, que fue presentado por el técnico municipal de Cultura Unai González, comenzó el reparto de los 900 kilos de crustáceo capturados durante las últimas jornadas por los percebeiros de Aguiño y preparados al vapor en el interior de la lonja. La carpa instalada en la zona portuaria, de unos mil metros cuadrados, se quedó pequeña para dar cabida a todos los comensales y muchos optaron por sentarse sobre las rocas del puerto y en las zonas ajardinadas, desafiando a las altas temperaturas. Del marisco que saboreaban, las alusiones a su gran tamaño fueron las más recurrentes.

La desilusión se dibujó en el rostro de aquellos que, tras un tiempo considerable a la cola, tuvieron que irse sin catar el apreciado manjar. «Está claro que hai demanda, pero á hora de extraer temos que fixar un límite», señalaba el patrón mayor a modo de justificación.

Tras el éxito cosechado, la cofradía de Aguiño ya pone la vista en octubre, mes en el que dará el pistoletazo de salida a las actividades que se están organizando para conmemorar el centenario de su nacimiento.