Los vecinos del barrio de Abesadas duermen tranquilos después de un lustro de conflictos con los moradores ilegales de dos bloques de viviendas. La Policía Nacional los desahució el 12 de noviembre
04 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.M. LÓPEZ, LA VOZ
espués de casi cinco años, los vecinos del barrio ribeirense de Abesadas al fin pueden dormir tranquilos. La Policía Nacional desalojó el edificio okupa de la calle Xosé Ramón Fernández Barreiro el pasado 12 de noviembre con un amplio despliegue que culminó con éxito y sin incidentes, pues los moradores ilegales que en ese momento se encontraban en el interior de las viviendas las abandonaron por su propio pie, sin oponer resistencia alguna. La única incidencia consistió en unos improperios dirigidos a los agentes que estaban custodiando el acceso al inmueble.
El auto de lanzamiento dictado por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Ribeira contemplaba la existencia de quince okupas, si bien en la fecha del desahucio ya solo quedaban siete: cuatro se marcharon con anterioridad a que arrancase el operativo y tres lo hicieron instantes antes de que la policía entrase al edificio.
La expectación en el lugar fue máxima, pues se trataba de un procedimiento muy esperado por los vecinos de la zona, hartos de años de continuos problemas de convivencia.
En el dispositivo, dirigido por la comisaría ribeirense, participaron agentes uniformados de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) y de la Policía Local, al igual que catorce antidisturbios provistos de escudos, mazos y cizallas para comprobar que no quedase ningún okupa en las viviendas. Durante el desalojo fue necesario derribar puertas que impedían el acceso a algunas habitaciones. También acudió a la calle Xosé Ramón Fernández Barreiro el Grupo de Ayuda y Emergencias Municipal (GAEM) y el alcalde, Luís Pérez Barral, que mostró su satisfacción por el éxito del desahucio.
Los okupas fueron notificados puerta a puerta el 29 de octubre de la fecha del lanzamiento, por lo que algunos ya hicieron las maletas antes de ser desalojados. También se colocaron carteles en la fachada.