Javier Rodríguez: «Hay empresarios que me dicen que ojalá hubiese tres ralis de Noia al año»
LOUSAME
La prueba noiesa recupera el famoso tramo de Montemuíño y no pasará por el concello de Lousame
13 mar 2019 . Actualizado a las 19:09 h.Desde muy pequeño, Javier Rodríguez (Noia, 1971) es un apasionado del mundo del motor. Por ello optó por dedicarse a la mecánica. Asegura que «es un placer trabajar en algo que te gusta. Sabes que te levantas y vas a hacer lo que siempre quisiste». Hace cuatro años fue nombrado presidente de la Escudería Berberecho de Noia, aunque, recuerda, «llevo veinte en ella. Un día, en un bar, me engancho Paco Barreiro y entré. Desde entonces no la dejé».
-¿No da un poco de vértigo estar al frente de una cita de tal magnitud como el Rali de Noia?
-Si te lo planteas por la gente que lo sigue, mucho. Algo de nervios hay, ya que esperas que todo salga bien, pero somos una familia y cada uno juega su papel. Después de tantos años sabemos lo que tenemos que hacer, y lograrlo edición tras edición a buen nivel quita tensión. Menos hablar en público lo llevo todo bien.
-Además del trabajo que se realiza durante el propio fin de semana del rali, las labores previas de organización serán duras.
-Muchos piensan que el trabajo comienza un mes antes de la prueba, pero los que estamos dentro sabemos que cuando termina una edición ya estamos pensando en la siguiente. En verano cerraremos todo lo relativo a esta y en septiembre comenzaremos a planificar la próxima. Hay que estudiar donde serán los tramos, buscar presupuesto... tenemos que pelear mucho y es complicado. Actualmente, el mayor problema son las prohibiciones institucionales. Cada año vemos más y, como me dice un compañero, a este paso acabaremos haciendo carreras de caracoles en un circuito cerrado, sin tener que pedir permisos ni molestar a nadie. Por supuesto, hay que buscar que todo sea lo más seguro posible, aunque a veces se pasan con tantos requisitos y papeleo.
-Lo que parece claro es que la prueba tiene que repercutir económicamente en la zona.
-Creo que sí, porque mueve mucha gente y también dinero. Hay empresarios que me dicen que ojalá hubiese tres ralis al año. Además, el impacto no se produce solamente durante su celebración. La semana anterior ya hay entrenamientos y si tú atiendes bien a un cliente va a volver, sea en la próxima edición, en sus vacaciones o en su tiempo libre.
-Esta será la edición número 34 de un rali que ya es toda una referencia en Galicia. ¿Es posible que siga creciendo?
-Siempre intentamos mejorar. Este año incluimos un tramo urbano para motivar al público. Queremos variar y no ofrecer siempre lo mismo.
-¿Ve viable seguir los pasos de Lalín y dar el salto al nacional?
-Lo que hizo Lalín es para quitarse el sombrero. Nosotros no valoramos salir del calendario gallego, no entra dentro de nuestras posibilidades. Cuando el Cocido pasó al nacional se rumoreó, diciendo que también podríamos nosotros, pero a día de hoy no es nuestro objetivo. Además, vemos que tampoco es un salto fuera de lo normal. En Lalín hubo 50 coches y aquí cubrimos el cupo por segundo año consecutivo.
-¿Cuál es la clave de su éxito?
-Creo que se debe a todo. Esta es una comarca con mucha afición, nuestra escudería tiene cerca de 40 pilotos. Llevar tantos años organizando el rali provoca que la gente tenga confianza en nosotros, en que todo estará bien preparado y que no surgirán problemas que saquen de quicio. Los competidores también nos dicen que la zona es muy bonita y los tramos son maravillosos.
-En relación al trazado, ¿hay alguna novedad con respecto al año anterior?
-Principalmente tres. El ya citado tramo urbano, la recuperación del de Montemuíño y que en esta ocasión no se toca Lousame porque ya hacemos cien kilómetros más que el año pasado. Este fue un punto problemático, pero no se va porque, por recorrido, no hay forma de ir allí. Se lo expusimos a la alcaldesa. Lo dejamos porque no coincidió, no por enfados ni caprichos.