Mariscadores por la mañana, educadores por la tarde y músicos por la noche

Laura Ríos
Laura Ríos RIBEIRA

NOIA

NELL

Una pareja de Noia combina su pasión por el mar con las carreras que estudiaron

19 jul 2023 . Actualizado a las 20:24 h.

Traje de aguas, apuntes, juguetes, partituras e instrumentos. Todo este rebumbio de elementos forman parte del día a día de Pablo Agra y Alba Vázquez, una pareja de noieses que compaginan el marisqueo con las profesiones para las que estudiaron.

Por la mañana, la parte más importante del atuendo son las botas de agua y la ropa impermeable, puesto que se levantan bien temprano para poder faenar en el barco del padre de él. Con el olor a salitre en el cuerpo y una sensación entre el cansancio y la paz que solo puede dar el mar, los dos se preparan para la tarde. A partir de ahí las preocupaciones propias de un trabajo eminentemente mental toman la cabeza de los dos barbanzanos.

Por una parte, Pablo Agra emprende su camino hasta un centro de terapia en el que ejerce como psicomotricista para niños, una especialidad terapéutica basada en el juego libre de los pequeños y la adaptación a sus necesidades. Mientras, Alba Vázquez va hacia una escuela de música en la que instruye a chiquillos y mayores en el arte de tocar el piano, el violín y algunos instrumentos de percusión.

Para Pablo Agra, de 29 años, este estilo de vida le permite desarrollarse en sus dos pasiones y continuar la tradición marinera de su familia: «É algo que me fai sentir orgulloso». Las aventuras del noiés sobre las olas empezaron hace siete años, cuando comenzó a colaborar con su padre en la embarcación de la familia. Tres años después llegaría el turno de Alba Vázquez, que se incorporó después de que su cuñada empezase a trabajar en un colegio: «Non me custou dicir que si, na miña casa non hai tradición mariñeira, pero eu sempre estiven namorada da ría».

La joven apunta que cada vez se siente más unida al trabajo con las redes y el cebo, y que le gustaría construir un hogar junto a su novio en Noia para seguir compaginando sus dos trabajos. Los noieses, que llevan juntos 11 años, se plantean seriamente un futuro ligado al mar, aunque admiten que ven complicado vivir de él. «As cousas estanse poñendo cada vez máis difíciles e o das verteduras da mina de San Finx empeora a incerteza».

Larga historia de amor

Esta proyección de un futuro juntos es fruto de la enorme confianza entre los dos que empezaron su historia de amor hace 12 años como una bonita casualidad. La chica explica que todo surgió en una actuación de una banda en la que estaban Pablo y algunos amigos en común.

Los gustos musicales parecidos y la fluidez de las conversaciones entre ambos les llevó a tejer una fuerte amistad que desembocó un año más tarde en el romance que continúa hoy. «Empezamos sendo mellores amigos e despois dun tempo decatámonos de que nos gustabamos», apunta él.

Las melodías y acordes siguen siendo una parte fundamental de estos dos inseparables noieses, que hace poco formaron con más amigos el grupo Carabela. Vázquez indica que la formación es muy joven y que su nacimiento no surge de un afán de fama o dinero, sino como una actividad lúdica con la que disfrutar de otra de sus pasiones, la música.

Agra concuerda con ella y añade que aunque se trate de una afición, lo cierto es que ocupa una gran cantidad de tiempo, puesto que los integrantes de la banda son los encargados de mezclar el sonido, producir los videoclips, grabarlos... Piensa que hacerlo todo con sumo cariño y cuidado es una parte fundamental del grupo y que se trata de un «exercicio de respecto cara o que facemos todos xuntos».