Los noieses despidieron sus celebraciones de primavera por todo lo alto
29 abr 2025 . Actualizado a las 13:22 h.La jornada propia del San Marcos, el día 25, es siempre tumultuosa y este año no fue una excepción, pero en esta edición el volumen de visitantes no decayó en las jornadas posteriores y Noia despidió ayer su fiesta de primavera por todo lo alto tras un llenazo absoluto.
Al abarrote de la feria caballar, siguió el del sábado por la noche, que tuvo un aliciente en forma de espectáculo: el que ofreció la nueva orquesta Panorama City en su estreno. Las expectativas eran elevadas y no se vieron defraudadas, tanto en lo que respecta a las actuaciones que se vieron sobre el escenario como en la afluencia de un público que acudió en masa y ocupó hasta el último centímetro de la Alameda noiesa.
Último día
La fiesta del sábado se alargó hasta altas horas con la música de la discoteca móvil, pero quedaba todavía un día de celebraciones del San Marcos por delante y el sol que lució este domingo animó a los noieses a salir a disfrutarlo de buena mañana. Lo hicieron, además, con banda sonora, la que pusieron los ocho grupos de música que participaron en la ya tradicional foliada de las fiestas.
Gaitas y panderetas cedieron el protagonismo a la hora de la comida a los mayores, porque después de años sin celebrarse, el encuentro de confraternidad volvió a reunir a cientos de jubilados de Noia en torno a una mesa. Cerca de medio millar de personas, 480 concretamente, disfrutaron de un menú compuesto por camarones, langostinos, cigalas, carne y postre, además de café y chupitos, que destacó por su abundancia: «Houbo de todo para repetir». Hubo también música, y baile, y cuando se acabó tocó seguir con la fiesta fuera del pabellón Alonso Rodríguez: «Agora xa empatamos coa verbena, que comeza ás 20.30», contaba el presidente del club de jubilaos de Noia, que colaboró con el departamento de Servizos Socias del Concello en la organización de la una cita que, a buen seguro, repetirán porque todo el mundo se fue muy contento.
Y así, con un excelente sabor de boca, el San Marcos se despidió hasta el año que viene.