La escisión parte a la mitad el voto conservador y la gobernabilidad dependerá de complicados pactos
19 may 2019 . Actualizado a las 15:04 h.La encuesta de Sondaxe sobre la intención de voto de los ribeirenses constata lo que ya se temía en las filas conservadoras locales: que la escisión del PP acabaría pasándoles factura en la cita con las urnas del próximo domingo. Lo que no se sabía era el alcance, que, en todo caso, sigue quedando a expensas de como se pronuncien los ciudadanos a la hora de decantarse por una papeleta dentro de siete días. No obstante, el estudio elaborado para La Voz de Galicia es indicativo de las tendencias, y la más sangrante para las filas populares es que, si se cumplen los pronósticos, se encontrarán con un panorama inédito en la friolera de 24 años -seis elecciones municipales consecutivas-, que no serán la opción más votada, porque pasará a serlo el PBBI de su excompañero de filas Vicente Mariño de Bricio.
A consecuencia de la descomposición del PP, la futura corporación municipal de Ribeira estará tan atomizada que cualquier acuerdo de gobierno se antoja complicado. Pero si hay alguna opción que puede frotarse las manos esa es Iniciativa Progresista de Ribeira (IPdeR). El partido de Rosa García se convertirá en llave, porque la encuesta le atribuye el mismo número de concejales que tiene actualmente, dos, y dando por imposible un acuerdo entre PP y PBBI, ninguna suma alcanza los 11 escaños de la mayoría absoluta, porque si el PSOE de Vilas aprovecha el viento de cola para pasar de tres a cinco representantes, el BNG de Cobas cede uno y pasa a tres.
Aunque IPdeR tiene marcado en sus siglas su carácter progresista, a nadie se le escapa que está en las antípodas de un arreglo con el PSOE, al menos por lo que respecta a Rosa García Pose, y no digamos con el BNG. De hecho se ha entendido mejor con Ruiz, en el presente mandato, que con ningún otro. La suma de ambos grupos, no obstante, sería inferior a la de BNG y PSOE, siete frente a ocho, de ahí la complicación de establecer acuerdos de gobierno estables.
Si se cumplen los resultados que avanza el estudio contratado por La Voz de Galicia, el Partido Popular se habrá dejado en el camino cuatro actas de concejal. Son casi la mitad de las que obtuvo en el 2015, que se irían al zurrón del PBBI, lista que se presenta como independiente y que irrumpiría en el panorama político ribeirense con seis representaciones, es decir, los que pierde la que fue su franquicia originaria y otros dos, que se antoja que proceden de Ciudadanos, porque la encuesta de Sondaxe reduce a cero el grupo municipal de los de Rivera, que en el 2015 había logrado tres concejales, lo que refleja que la espectacular irrupción de entonces tuvo más que ver con el inicio del desmembramiento del PP que con la ola naranja impulsada desde el Estado.
Sin representación
Tampoco obtendrían representación dos de las nuevas aventuras políticas surgidas en este proceso. Se trata de Suma Ribeira y Compromiso por Galicia, lo que, aparentemente, no quiere decir que su concurso acabe siendo inocuo, ya que se da por sentado que restarían apoyos a las otras fuerzas de izquierda.
A pesar de estos registros, quedan por delante siete días de campaña en los que cada uno de los ocho partidos que concurren en Ribeira tendrán que echar el resto para lograr que el 35,1 % de los indecisos/opacos se decanten, así como para convencer a los abstencionistas. Es el PP el partido que tiene mayor índice, el 21,2 %, de indecisos/opacos.
Por zonas y edades
La intención de voto extraída por Sondaxe constata que el PBBI es la primera fuerza en Ribeira, con un 16,5 %, seguida por el PSOE, con un 12,2 %; y el Partido Popular, con un 10,9 %. Los escindidos del PP obtienen los mejores registros fuera de la ciudad, ya que en la zona rural acumulan un 31,9 % de apoyos; con IPR de segunda, con un 19 %; y el PP, tercero, con un 10,8 %; mientras que en el área semiurbana también el PBBI acumula un 18,2 % de apoyo, seguido por el BNG, con un 11,4 % y el PP, con un 10 %.
En lo que se refiere al apoyo por edades, el Partido Popular es el que más obtiene en votantes de 65 años o más, con un 19,4 %; el PBBI, por su parte, tiene la mayor aceptación entre los ribeirenses de la franja de edad comprendida entre los 45 y 64 años, con un 24,8 %; el BNG es por el que más se decantaron los votantes de entre 33 y 44 años; y el PSOE es el partido que gusta a los más jóvenes, ya que un 18,9 % lo señalaron como la opción preferida a la hora de votar.