Intolerancia

José Antonio Ventoso VIDA DESDE FUERA

RIBEIRA

25 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Qué pasa en la comarca de Barbanza. Ribeira especialmente está sufriendo múltiples episodios de violencia machista, tiroteos, robos, peleas entre colectivos, narcotráfico y okupaciones. Mirar hacia otro lado no sirve de nada, tampoco ignorar el constante aumento de drogadictos llegados de toda la provincia porque, según miembros de las fuerzas de seguridad: «Es que aquí es muy fácil y barato pillar».

Numerosas mujeres han denunciado y sufrido episodios de violencia de todo tipo: vicaria, machista, acoso laboral, etc. La violencia viene, de un tiempo a esta parte, labrando de modo soterrado las columnas de la convivencia. La ética, la moral, el respeto al otro, la libertad como un derecho compartido y no la expresión de la voluntad individual de cada cual está bajo mínimos.

Faltan educación y civismo, se confunde ignorancia con rebeldía. La cultura por los suelos y la educación en la azotea. No se puede seguir así. Todos pasotas, mientras Ribeira se convierte sottovoce en la capital gallega de Vox y de la ultraderecha. Tras la intolerancia viene la violencia. Alguien debiera ponerse manos a la obra para frenar tal desatino.

Que nadie se lleve engaño: el asesinato de una mujer no es un accidente fortuito, refleja una tendencia peligrosa y difícil de parar. Holanda es una lección para los demócratas: el miedo al futuro, el desarraigo es el combustible del descontento. Es necesaria una guerra de confrontación cultural y no cansarse de explicar que aceptar las ideas ultras no sale gratis a las partes mas indefensas de la sociedad. Migrantes, mujeres y niños que pagan a veces con su vida tanto bocazas con un discurso populachero, racista y homófobo cargado de odio. Los ultra saben gestionar el miedo. Ya lo decían los regeneracionistas del XIX: el remedio de España está en la educación y la despensa.