Los numerosos enfrentamientos de rivalidad que se suceden en la Costa da Morte otorgan un mayor interés a las competiciones En la taberna, después del trabajo, presionan al futbolista para que se esfuerce más que la semana pasada. «Tedes que mete-la perna con xenio», apremian los aficionados que no van a consentir una derrota. Esta semana hay derbi, partido de rivalidad que enfrenta a sociedades hermanas que luchan por el dominio deportivo en un territorio. Desde tiempos inmemoriales se vienen sucediendo este tipo de choques en los que un triunfo significa mucho más que el mero trámite de los puntos en juego. Rivalidad hay en casi todas las ciudades del mundo, aunque, como asegura Manín: «Poucos derbis coma os da Costa se ven por aí adiante».
07 feb 2002 . Actualizado a las 06:00 h.Derby es una próspera ciudad del centro de Inglaterra. Es la cuna de la producción del Rolls Royce y también se conoce por su legendaria prueba de caballos. En el diccionario ha dejado su impronta como palabra que designa un encuentro en el que existe una fuerte rivalidad. Sólo porque, hace más de un siglo, los dos equipos de la ciudad se liaron a tortas de forma espectacular durante un partido. Desde entonces, hablar de derbi le añade un morbo especial al choque. Morbo es el que preside los enfrentamientos entre Cee y Fisterra, paradigma de confrontación en la Costa. Primero se impuso la clase del Cee. Luego, el Fisterra llegaría a Tercera División. En la Copa, donde más afloran los sentimientos, los blanquiazules han llevado las de ganar. Especialmente en las finales. Corcubión y Cee también han tenido sus enganches. Sin ir más lejos, la temporada pasada, el último partido con triunfo ceense supuso el título para el equipo que prepara Manolín y el descenso de sus vecinos. El Vimianzo, con unos meses de vida, aún no ha tenido la oportunidad de enfrentarse al Soneira, con el que comparte campo «pero ten que ser a caña», asegura Juan Luis Gómez, presidente soneirán Duelos en alta mar Los enfrentamientos de puerto siempre han tenido un morbo añadido. El hermanamiento entre pescadores se rompe en la previa al partido. «A ver quen gana esta semana», se retan por el radiotransmisor. El domingo la cita es ineludible. Y pobre del que pierda. Desde Caión hasta Fisterra, cada puerto marino es susceptible de tener un derbi. Malpica, Camariñas, Laxe, Muxía, el mar bravo se encarga de «picar» a los propios contendientes. En el interior, Santa Comba lamenta no poder disfrutar de ningún derbi por primera vez en muchos años. Castriz, Atlético Mineiro y Xallas militan en categorías diferentes. Ese triángulo de rivalidad local sólo es comparable al que forman Muros, Esteirana y Monte Louro. Éstos sí que están en batalla para lograr el ascenso a Segunda Regional.