ARA SOLIS | O |
22 may 2006 . Actualizado a las 07:00 h.ACABÁRAMOS. HEMOS comentado en alguna ocasión que esta comarca, la del 5% de territorio y población de Galicia, ocupa en general los más altos puestos en los más bajos intereses: más paro, más emigración, menos alfabetización, menos renta... ¿Para qué seguir? Ahora, para redondear la cosa, resulta que el índice delictivo es de los mayores de la provincia y, proporcionalmente, hasta de Galicia. Un panorama alentador , ciertamente. Sin embargo, siendo como son estos datos estadísticos contrastados, no hay que dejar de lado otros que sirven de contrapunto y que, si bien no desempañan la gravedad estructural, sí ayudan a comprender mejor como somos, y la verdad es que somos bastante buenos. Pensaba esto ayer de soslayo mientras leía una crónica de un periódico argentino dedicada al fisterrán Alfonso López, un héroe nacional en la Guerra de las Malvinas, fallecido el verano pasado. Gracias a él, Fisterra ocupa un lugar importante en el imaginario argentino. Pero él es un ejemplo más. Pienso, echando la vista atrás, en el cormelán Mourelle de Lema, descubridor por Alaska y el Pacífico. O en el padre Cambón, de Seaia, Malpica, que ayudó a fundar San Francisco. En Blanco de Lema, en otros blancosdelema que hicieron posibles escuelas y casas de acogida. Pienso en actores, empresarios, deportistas que salieron de la Costa da Morte y despuntaron en sus profesiones hasta lo más alto. En algún editor de Corcubión. Obispos de Baio. Inventores de Fisterra. O, mirando al presente, pienso en científicos de la zona que triunfan en universidades gallegas, españolas, europeas. En juristas que han llegado a la Audiencia Nacional, al Supremo. Pero, sobre todo, me acuerdo de la gente trabajadora y honrada que hace todo lo posible por tener una vida mejor. A pesar de todo y de todos.